Horacio De la Cruz S.

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La lucha por la gubernatura en el estado de Puebla tiene a dos contendientes en una auténtica batalla: Alejandro Armenta Mier (Morena, PT, PVEM) y Eduardo Rivera Pérez (PAN, PRI, PRD).

Massive Caller, una empresa especializada en sondeos electorales, ha estado monitoreando a ambos candidatos y presenta mediciones que se consideran confiables, según nuestras evaluaciones en Región Global. La razón principal es la consistencia evidenciada en el tracking electoral de Massive Caller. Las tendencias y patrones de los candidatos o partidos políticos no han experimentado cambios bruscos o inesperados desde el 14 de agosto de 2023 hasta el 23 de enero de 2024.

Esta consistencia otorga confiabilidad a los datos recopilados, sugiriendo que las preferencias de los votantes han sido interpretadas de manera acertada y que la metodología de la encuesta es sólida.

Según los números, Alejandro Armenta ostenta una intención de voto del 49.1%, mientras que Eduardo Rivera cuenta con un 40.3%. Ambos candidatos experimentaron un ligero aumento con respecto al tracking anterior del 16 de enero.

Actualmente la diferencia entre ambos y a favor de Alejandro es de 8.8%, pero con trayectorias distintas:

En el periodo de tiempo considerado, la preferencia por Alejandro Armenta se mantiene ligeramente decreciente (51.0% a 49.1%), mientras que la de Eduardo Rivera ha experimentado un crecimiento progresivo (24.0% a 40.3%,) que, recientemente, muestra una fatiga desde el 26 de diciembre de 2023.

Fernando Morales Martínez, candidato de Movimiento Ciudadano, está experimentando una caída libre en lo que va de enero, registrando una preferencia electoral de apenas 2.3%.

Cabe comentar que el margen de indecisos se viene reduciendo: 8.3% de los encuestados aún no han decidido su voto.

Si se ajusta la trayectoria de los principales contendientes, Armenta y Rivera, se sostiene la hipótesis de una elección muy cerrada.

No obstante, será crucial observar cómo se desplazan las preferencias una vez que comienzan formalmente las campañas, ya que cada elección es, en última instancia, local. Desde las candidatas presidenciales hasta los aspirantes a senadores, diputados federales, alcaldes y diputados locales, todos pueden sumar o restar votos a los contendientes por la gubernatura de Puebla.

En conclusión y en términos generales, hasta el día de hoy, nada está decidido para nadie.

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