Horacio De la Cruz S.

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Inició el 2024 y, entre los factores de riesgo electoral identificados por Alejandro Armenta Mier y el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina, existe una preocupación latente: la UDLAP.

Ambos, Armenta Mier y Céspedes Peregrina, han buscado un acercamiento que hasta ahora no se había materializado.

El candidato de Morena, Alejandro Armenta Mier, ha intentado estrechar lazos con la base estudiantil de la UDLAP, aunque sin éxito hasta el momento.

En contraste, el gobernador Céspedes Peregrina logró un acercamiento institucional: este día fue recibido en la UDLAP en un ambiente cuidado y civilizado, como es característico en esa institución de excelencia académica. El temor a ser recibido con rechiflas y protestas quedó disipado. La razón es simple: no es el estilo de la comunidad UDLAP.

Es previsible que, de presentarse en el campus, Alejandro Armenta también reciba un trato similar: diplomático y civilizado, permitiendo que exponga sus ideas y sea escuchado.

Afortunadamente, el protagonismo estruendoso de Miguel Barbosa Huerta quedó en el pasado, aunque los desmanes que fomentó, al menos políticamente, contra la comunidad UDLAP no se olvidan.

Como no se olvida cuando miles salieron a marchar en defensa de la UDLAP y en contra de la ocupación estatal que vulneró los derechos de sus estudiantes.

Así que, objetivamente, la visita de Sergio Salomón Céspedes Peregrina, gobernador sustituto, no borra las consecuencias de los actos de poder de Miguel Barbosa Huerta.

Quizás Alejandro Armenta logre algo más. Aunque no puedo precisar qué ni cuánto a su favor en términos de votos.

Lo que sí sé son dos cosas:

En primer lugar, grupos de la comunidad han realizado encuestas internas cuyos resultados, de los cuales no tengo autorización para revelar, no son favorables a Morena. De hecho, le son muy desfavorables.

En segundo lugar, la comunidad estudiantil de la UDLAP es madura y consciente del momento que vive Puebla y México en su conjunto. Ninguno de ellos puede ser convencido con promesas o prebendas baratas, pero, en línea con su educación de excelencia, están abiertos al diálogo, siempre que se garantice respeto y civilidad entre los interlocutores.

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