Horacio De la Cruz S.

| @hcsblog

Tras el primer debate presidencial se han confirmado conexiones sorprendentes entre la familia de la candidata presidencial de México, Claudia Sheinbaum, y empresas registradas en paraísos fiscales. Estos hallazgos, basados en documentos disponibles en los Panama Papers, arrojan una luz inquietante sobre la posible participación de la familia de Sheinbaum en prácticas financieras cuestionables, cuando menos.

Según los documentos, la empresa JAEM Ltd., registrada en las Islas Vírgenes Británicas, está vinculada a varios miembros de la familia Pardo Cemo, incluida la abuela de Claudia Sheinbaum, Mati Cemo de Pardo.

Aunque Sheinbaum ha intentado restar importancia a esta revelación describiendo la cuenta como "muy chiquita" y negando cualquier implicación en escándalos financieros, los detalles son preocupantes.

No es creíble que una cuenta "chiquita" de una abuela haya dado lugar a la formación de una empresa con inversiones sofisticadas. Además, el hecho de que la empresa tuviera como intermediario a la prestigiosa firma financiera Merrill Lynch, sugiere una complejidad financiera mucho mayor de lo que ha referido la candidata Claudia Sheinbaum.

Este asunto, que involucra a una probable presidenta de México, es alarmante y plantea serias preocupaciones sobre el tema del lavado de dinero y la evasión fiscal en paraísos fiscales.

¿Porque la cuenta “chiquita” de la abuelita fue a parar a jurisdicciones opacas y con regulaciones laxas que facilitan la ocultación de activos y la elusión de impuestos, permitiendo a individuos y empresas evitar su responsabilidad fiscal en el país de origen, en este caso México?

Una cuenta “chiquita” no tiene necesidad de salir de ningún país, y mucho menos a través de una empresa operadora de inversiones que creó un mecanismo sofisticado para esa inversión “chiquita”.

Así que el cuento de la ‘abuelita’ de Claudia Sheinbaum es en verdad demasiado importante de esclarecer.

El lavado de dinero y la evasión fiscal representan una amenaza significativa para la integridad del sistema financiero y la equidad fiscal en cualquier país. Es crucial -como nunca- que una probable presidenta de México sea transparente y responsable con respecto a sus actividades financieras propias y de familiares en primer y segundo grado.

Si la cuenta, o las cuentas, de la familia Sheinbaum en paraísos fiscales no son tan “chiquitas”, imaginemos lo que sucederá de llegar la candidata de Morena, PT y PVEM al poder presidencial. No se necesita ser adivino para concluir que la ética y la integridad en la política mexicana van en picada, con mayores consecuencias en la descomposición que registra el país.

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