La noticia de la ejecución de dos colaboradores cercanos a Clara Brugada, jefa de Gobierno CDMX, interrumpió abruptamente la narrativa oficial sobre la baja en los índices delictivos. Fue Omar García Harfuch quien, de forma discreta, comunicó a la presidenta Claudia Sheinbaum los hechos durante la “Mañanera del Pueblo”. La sangre fría del sicario no sólo cobró dos vidas: también enfrió el ambiente en Palacio Nacional.

Ciudad de México – La secretaria particular de Brugada, Ximena Guzmán Cuevas, y su asesor José Muñoz fueron ejecutados por un sicario con precisión quirúrgica, mientras esperaban encontrarse la mañana de este lunes sobre la Calzada de Tlalpan, a la altura del número 676.

La noticia llegó a Palacio Nacional en plena conferencia matutina. Mientras se presentaban cifras sobre la supuesta reducción en la incidencia delictiva en la capital. El secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch, informó prácticamente en tiempo real a Claudia Sheinbaum del doble homicidio. Minutos después, Clara Brugada hizo lo propio en sus redes sociales.

El contraste entre el discurso oficial y la crudeza del crimen fue brutal. A las 7:13 de la mañana se tenía ya registro del arribo del agresor al sitio: un hombre con chamarra blanca, casco de motociclista y una mochila negra, que esperó con paciencia criminal durante veinte minutos, sentado junto a un poste. El objetivo: interceptar el vehículo de su víctima principal, Ximena Guzmán.

40 segundos fatales

Pasadas las 7:30 a.m., el Audi conducido por Guzmán se estacionó sobre la Calzada de Tlalpan, casi esquina con la calle Napoleón, en la Colonia Moderna. El auto permaneció con las intermitentes encendidas durante 40 segundos, mientras la funcionaria esperaba el arribo a pie de José Muñoz, su colaborador.

Fue el instante exacto que el asesino aprovechó. Cuando Muñoz se aproximaba por el lado derecho y Guzmán le abría la puerta del copiloto, el sicario se paró de frente al vehículo. Primero disparó sobre el parabrisas, impactando a la conductora. Luego, giró a su derecha y disparó cruzado sobre Muñoz, quien intentó cerrar la puerta. Finalmente, efectuó otros cuatro tiros directamente sobre la ventanilla del lado del conductor.

El atacante, sin utilizar vehículo alguno, huyó a pie en sentido contrario a Tlalpan, cruzó hacia un puente peatonal y descendió por las escaleras. El operativo para su localización continúa, pero hasta el cierre de este reporte no hay detenidos.

Ximena Guzmán Cuevas no era una funcionaria menor. Socióloga egresada de la UAM Xochimilco, había dedicado más de una década al servicio público en distintas dependencias capitalinas. De 2012 a 2013 fungió como coordinadora de Desarrollo Educativo en Iztapalapa. Luego pasó a Miguel Hidalgo como coordinadora de proyectos.

Durante el gobierno de Miguel Ángel Mancera fue subdirectora de seguimiento de compromisos del jefe de Gobierno, y más tarde, en 2015, se incorporó a la Secretaría de Gobierno de la ciudad.

Su vínculo político más estrecho fue con Clara Brugada, a quien acompañó desde 2018 como secretaria particular en la alcaldía Iztapalapa, cargo que mantuvo hasta que Brugada dejó la demarcación en 2024 para contender por la jefatura de Gobierno. Guzmán también formó parte activa de su campaña electoral y, tras el triunfo, fue nombrada secretaria particular del Gobierno de la CDMX.

Militante de Morena y seguidora declarada de Andrés Manuel López Obrador, su cuenta de X (antes Twitter) mostraba una posición política clara. Su última publicación, del 29 de mayo de 2024, rezaba: “La transformación será feminista o no será.”

Mientras Claudia Sheinbaum posteaba en sus redes sociales “la paz y la seguridad son frutos de la justicia” y en la mañanera se presumía la disminución de violencia, la ejecución de dos figuras clave del gabinete capitalino, a plena luz del día, en una de las vialidades más transitadas de la ciudad, puso en entredicho la narrativa. La ciudad gobernada por Morena enfrenta un duro golpe: el crimen no sólo ataca a civiles o fuerzas del orden, ahora apunta al corazón mismo del aparato gubernamental.

El impacto del crimen no es sólo humano ni político. Es también un mensaje de fuerza. Un acto planeado, sincronizado y ejecutado con impunidad total en la cara del poder. Un recordatorio brutal de que, en la Ciudad de México, el control territorial y la seguridad aún no pertenecen del todo al Estado.

Brugada rompe el silencio: “Estamos de luto”

Desde el Palacio del Ayuntamiento, la jefa de Gobierno Clara Brugada lamentó públicamente los asesinatos de su secretaria particular, Ximena Guzmán, y del asesor José Muñoz, ejecutados esta mañana en la Calzada de Tlalpan. Visiblemente conmovida y sin aceptar preguntas de la prensa, Brugada envió sus condolencias a las familias y se comprometió a que no habrá impunidad en el caso. “Estamos profundamente consternados y de luto por perder a dos compañeros entrañables”, declaró.

Brugada Molina destacó el compromiso de su administración para esclarecer los hechos, señalando que la investigación está en manos de la Fiscalía capitalina y la Secretaría de Seguridad Ciudadana, con respaldo del Gobierno federal. Aseguró que no se detendrá la lucha contra la inseguridad y prometió que la transformación de la ciudad no se detendrá ante la violencia. “Me dirijo a las y los capitalinos para garantizarles que este Gobierno continuará con su lucha implacable contra la inseguridad”, puntualizó.