🇺🇸 Aunque Trump regresó al poder, su estilo político parece estar causando reveses a sus imitadores. Canadá y Australia son ejemplos recientes del rechazo a todo lo que huele a Trump. 🗳️
InfoStockMx - Donald Trump ha regresado a la presidencia hace apenas tres meses, pero su sombra se proyecta con fuerza sobre las urnas del mundo. No necesariamente como victoria, sino como advertencia. En las recientes elecciones en Canadá y Australia, los votantes rechazaron a partidos conservadores que habían adoptado el manual del Make America Great Again (MAGA), mientras los centristas retoman el control.
Este patrón sugiere una paradoja: el trumpismo global puede estar chocando con los límites de su propia influencia electoral fuera de Estados Unidos. Las propuestas de imposición de aranceles y ruptura de alianzas internacionales están teniendo eco, pero no de forma favorable, en campañas que intentan replicarlas sin el mismo carisma de Trump ni contexto político.
En ambos países, antes del retorno de Trump al poder, los gobiernos de centroizquierda estaban tambaleándose. Las encuestas favorecían a partidos conservadores cuyos líderes emulaban al expresidente estadounidense, tanto en discurso como en propuestas. Sin embargo, el resultado fue el opuesto al esperado.
Todo parece indicar que los votantes tienen a Trump en algún lugar de su mente cuando toman decisiones. Pero no como inspiración, sino como advertencia.
Canadá y Australia no sólo comparten un sistema parlamentario, industrias extractivas robustas y al Reino Unido como antecedente de Estado. Ahora también comparten una historia electoral en la que coquetear con el trumpismo resultó contraproducente.
Trump aún no consolida su posición en Washington, ha reducido drásticamente su popularidad. Su efecto fuera de Estados Unidos comienza a moldear una nueva narrativa: la del rechazo a sus imitadores, país por país, elección por elección.
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