Son 61 migrantes afectados por las redadas antiinmigrantes. Las relaciones entre México y Estados Unidos entraron en una nueva etapa de tensión. La presidenta mexicana Claudia Sheinbaum acusó a la Oposición de utilizar las movilizaciones como un arma política.
CDMX.- “Son antipatriotas” dice Claudia Sheinbaum a quienes han pretendido vincularla, junto con su partido Morena, a las protestas violentas que se desataron en la ciudad californiana tras el endurecimiento de las políticas migratorias de Donald Trump.
En su conferencia matutina, la mandataria mexicana desmintió de forma categórica que su gobierno hubiera impulsado o alentado las manifestaciones en Estados Unidos. “Personajes de la política mexicana suben a sus redes sociales que esas movilizaciones son incitadas por la Presidenta y por el partido Morena, esa misma noche, al otro día aquí decimos: absolutamente falso, estamos en contra de cualquier acción violenta, nosotros siempre hemos estado a favor de manifestaciones pacíficas”, afirmó.
Sheinbaum señaló que la acusación es “irresponsable y antipatriótica”, y subrayó que esas narrativas solo buscan desacreditar su gobierno en un momento de alta tensión binacional. “¿En qué momento salieron a defender a las y los mexicanos que viven en EU?”, cuestionó la mandataria.
Ayer, la secretaria de Seguridad estadounidense, Kristi Noem, acusó directamente a Sheinbaum de alentar las protestas violentas. “Claudia Sheinbaum salió y alentó más protestas en Los Ángeles, y yo la condeno por eso”, declaró Noem, flanqueada por el presidente Trump en la Oficina Oval. “Ella no debería estar alentando protestas violentas como las que estamos viendo. La gente tiene derecho a protestar pacíficamente, pero la violencia que estamos viendo no es aceptable y no va a suceder en Estados Unidos”, agregó la funcionaria, encendiendo aún más la mecha entre ambos países.
En este clima de acusaciones cruzadas, la relación bilateral se tornó aún más delicada, especialmente en el contexto de la propuesta de Trump de gravar las remesas que envían los migrantes a México, un tema que ha generado enorme inquietud en ambos lados de la frontera. Sheinbaum reconoció que sí ha manifestado su rechazo a la posible aprobación de este impuesto dentro del proyecto fiscal estadounidense, pero negó que eso implique promover protestas fuera de México.
“Nosotros tenemos que buscar siempre una buena relación con Estados Unidos”, insistió Sheinbaum. “Tenemos más de 3,000 km de frontera, somos socios comerciales, nuestras economías están muy integradas y en Estados Unidos viven 40 millones de mexicanos de primera, segunda, tercera y cuarta generación”. Subrayó que el objetivo de su gobierno es defender a los connacionales sin caer en confrontaciones innecesarias: “Eso no quiere decir que haya subordinación, lo que buscamos siempre es una relación como iguales”.
La presidenta mexicana informó que hasta el momento 61 connacionales han sido detenidos en las redadas de Los Ángeles y se encuentran en centros de detención. Confirmó que están recibiendo asistencia del consulado de México y apoyo legal y familiar. También reconoció que hay detenidos de otras nacionalidades y ciudadanos estadounidenses afectados por las operaciones federales.
El clima de tensión podría relajarse este día en la reunión que sostendrá Sheinbaum con el subsecretario de Estado de EE.UU., Christopher Landau. Según la mandataria, el encuentro originalmente se planteó para coordinar una posible visita del secretario de Estado a México, (Marco Rubio), pero dada la coyuntura de las protestas y la cumbre del G7, la agenda incluyó un apartado especial para abordar la relación bilateral. “No hay una agenda predeterminada, esencialmente es una plática”, explicó Sheinbaum. “Pero, pues ahora dada la reunión del G7, vamos a hablar también del marco de la conversación que tendríamos con el presidente Trump”.
El conflicto sobre las protestas en Los Ángeles se ha convertido en un nuevo punto álgido en las relaciones México-EE.UU., donde las narrativas políticas y la presión de la comunidad migrante se cruzan en un escenario ya marcado por el endurecimiento de las políticas migratorias y el uso de la Guardia Nacional estadounidense para reprimir manifestaciones.
La presidenta mexicana busca defender su postura y mantener un equilibrio entre la defensa de los derechos de los mexicanos y la estabilidad de la relación bilateral. Donald Trump y su gabinete insisten en vincular su gobierno con los disturbios en California. Para Sheinbaum, la prioridad es clara: “Eso no quiere decir que no seamos firmes en la defensa de nuestra soberanía y de las y los mexicanos aquí y en Estados Unidos”.
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