🇮🇷🇺🇸 El fuego se extiende en Medio Oriente y alcanzó un nuevo perímetro: Irán lanzó un ataque con misiles contra la base estadounidense Al Udeid en Qatar, una de las más importantes del Pentágono en la región. El ataque responde a bombardeos previos de Estados Unidos e Israel sobre sitios nucleares iraníes. ⚔️🇶🇦

Teherán / Doha - Irán confirmó este lunes que disparó misiles contra la base aérea Al Udeid, sede del Comando Central de Estados Unidos y principal bastión militar del país en Medio Oriente. El anuncio fue transmitido por la televisión estatal y la agencia oficial iraní.

Apuntamos a la base Al Udeid en Qatar con misiles destructivos y contundentes, declaró el ejército iraní en un comunicado.

El ataque fue anticipado por funcionarios estadounidenses e israelíes, quienes confirmaron que existía información de inteligencia sobre un inminente ataque iraní. Las advertencias se sumaron a la orden emitida por Estados Unidos y Reino Unido para que sus ciudadanos en Qatar se resguardaran.

La ofensiva iraní es parte de una respuesta directa a los bombardeos de EE.UU. contra tres sitios nucleares iraníes, realizados el fin de semana. A esta operación se sumó Israel, que lanzó un ataque coordinado sobre Teherán al día siguiente, golpeando un cuartel general paramilitar, una prisión y accesos al complejo nuclear de Fordo.

En un discurso televisado, el primer ministro Benjamin Netanyahu aseguró que Israel está “muy, muy cerca” de cumplir sus objetivos, y advirtió que los bombardeos continuarán en los próximos días.

En Doha, capital de Qatar, se escucharon fuertes explosiones y se observaron luces ascendentes —presuntamente parte del sistema de defensa aérea—, además de objetos que caían del cielo. La base de Al Udeid alberga a 10,000 militares y personal civil estadounidense y se encontraba en alerta máxima tras los ataques previos.

Fuentes militares también detectaron movimientos de milicias respaldadas por Irán en Irak y Siria, con posibles planes de atacar otras bases estadounidenses.

Horas antes del ataque, el ministro de Exteriores iraní, Abbas Araghchi, se reunió con el presidente ruso Vladimir Putin, quien calificó los ataques estadounidenses como “una agresión absolutamente no provocada”, aunque no ofreció apoyo concreto a Teherán.

Desde Washington, el presidente Donald Trump afirmó que el programa nuclear iraní fue “totalmente obliterado”, aunque altos funcionarios estadounidenses admiten que no tienen claridad sobre el estado actual del uranio enriquecido en poder de Irán.

El Pentágono detalló que la operación contra las instalaciones nucleares consistió en una maniobra “milimétricamente coreografiada”, con bombarderos B-2 armados con bombas antibúnker de 30,000 libras y misiles Tomahawk lanzados desde submarinos. Aunque los ataques causaron daños severos al complejo de Fordo, este no fue destruido por completo.

La decisión de Trump de apoyar militarmente a Israel ha reducido las posibilidades de una solución diplomática, en un escenario que escala rápidamente. Aunque Irán habría agotado parte de sus misiles de mediano alcance, conserva una amplia capacidad ofensiva con cohetes y drones que podrían dejar a las fuerzas estadounidenses con apenas minutos de aviso ante nuevos ataques.

En el plano económico, los mercados reaccionaron con cautela, atentos a un posible impacto sobre los envíos de petróleo a través del Estrecho de Ormuz, una de las principales rutas energéticas del mundo.

Mientras tanto, la jefa diplomática de la Unión Europea, Kaja Kallas, advirtió que “las preocupaciones sobre una escalada son enormes”, y el director de la AIEA, Rafael Grossi, alertó que “la violencia y destrucción podrían alcanzar niveles inimaginables” si no se abre un camino hacia la diplomacia.