El Ejército israelí confirmó la detección de misiles lanzados desde Irán hacia su territorio, y aseguró que estaba activamente interceptando “la amenaza”. Simultáneamente, se ordenó a la población civil ingresar a espacios protegidos.

Jerusalén.– Desde Teherán, el líder supremo iraní, Ayatolá Ali Jamenei, responsabilizó directamente a Israel de haber “iniciado una guerra” y advirtió que no se permitirán ataques relámpago sin consecuencias severas. La declaración coincidió con reportes de una “enorme explosión” en la ciudad iraní de Isfahán, en el centro del país, de acuerdo con la agencia Mehr. Hasta el momento no se ha precisado el origen del estallido.

La provincia de Isfahán es altamente sensible: allí se localizan múltiples infraestructuras nucleares, incluido el sitio de Natanz, uno de los principales centros de enriquecimiento de uranio de Irán. Más al norte, las defensas aéreas iraníes habrían interceptado misiles israelíes cerca del sur de Teherán, según el canal estatal Press TV.

De forma paralela, Israel afirmó haber ejecutado un ataque contra un sitio nuclear en Isfahán, intensificando así la confrontación. También se reportó un intento de intercepción de un misil lanzado desde Yemen, lo que sugiere una posible participación indirecta de los hutíes, aliados de Irán, en el conflicto.

En otro frente, el sitio de Fordow —excavado en una montaña y clave en los niveles más altos de enriquecimiento de uranio— fue mencionado por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) el año pasado como uno de los puntos donde Irán alcanzó niveles próximos al umbral de uso bélico.

En Israel, el impacto del ataque se vivió en tiempo real. Una sesión informativa televisada por el portavoz militar fue interrumpida abruptamente debido a un ataque inminente, según confirmó un funcionario del gobierno. Las sirenas antiaéreas también se activaron en Jerusalén, como pudo constatar un testigo de Reuters.

La guerra en la sombra entre Irán e Israel ha dado un salto a plena luz con implicaciones regionales graves. Con instalaciones nucleares en juego y múltiples frentes activos —desde Yemen hasta Jerusalén— la posibilidad de un conflicto bélico a gran escala es ahora un riesgo real.