En un hecho que exhibe la fractura interna del aparato estatal de seguridad digital, Jesús Alfredo Páez San Martín, jefe de la Policía Estatal Cibernética de Puebla, renunció a su cargo el 16 de junio, apenas cuatro días después de la aprobación de la controvertida Ley de Ciberasedio.
Puebla de Zaragoza, Pue.- Lo hizo públicamente, con una carta en X que deja poco margen para la duda: su salida es un acto de conciencia, de desacuerdo técnico y de resistencia institucional frente a una ley que considera mal hecha, peligrosa y ajena a toda racionalidad jurídica.
“Seguiré levantando la voz por una legislación en ciberseguridad que sea técnica, garantista y consistente”, escribió Páez, en una despedida que fue todo menos silenciosa. Su renuncia no es una transición administrativa. Es un grito ético contra la captura política de la ciberseguridad en Puebla.
Jesús Alfredo Páez San Martín encabezó por tres años la unidad de Atención y Prevención de Ciberdelitos en la Secretaría de Seguridad Pública. Bajo su liderazgo, la Policía Cibernética estatal atendió cientos de casos de fraudes digitales, sextorsión, acoso a menores y robo de identidad. Su enfoque fue preventivo, técnico, centrado en derechos humanos y en educación digital. Es decir, todo lo que la Ley de Ciberasedio no es.
La salida de un mando de este nivel no solo es simbólica: es una desautorización técnica al discurso del impulsor y “creador” José Luis García Parra, ex legislador de Morena y del Congreso local, representado por la diputada Laura Artemisa García Chávez, que aprobaron la ley sin escuchar a quienes conocen el terreno. Páez no se fue por ambición ni por presión: se fue por dignidad.
En su carta, Páez expone lo que muchos dentro del sistema no se atreven a decir: una ley que castiga expresiones ambiguas en internet no protege a las víctimas, solo fortalece al censor. Reclama una legislación técnica (es decir, con definiciones claras), garantista (que respete libertades fundamentales) y consistente (alineada con la capacidad operativa real del Estado).
También lanza una advertencia de fondo: legislar sin formar policías ni fiscalías es legislar en el vacío. Hoy, la Ley de Ciberasedio no solo es mala: es ineficaz, inútil e incluso contraproducente. Su aplicación puede colapsar los derechos digitales en Puebla y generar una cultura de autocensura e intimidación política.
El gobernador Alejandro Armenta ha dicho que la ley puede “enriquecerse” mediante foros posteriores a su aprobación. Pero la salida de Páez desmonta ese discurso: ¿por qué legislar primero y consultar después? ¿Qué tipo de democracia opera al revés?
Cuando un experto con trayectoria, formación y legitimidad ciudadana decide dejar el cargo para no ser cómplice de una ley ambigua, el mensaje es claro: el gobierno no quiere corregir, quiere justificar. Los foros no son diálogo: son simulación. Y la ley no protege a nadie: criminaliza el discurso, legaliza la persecución digital y rompe el equilibrio entre seguridad y libertad.
Pocos servidores públicos tienen la integridad de renunciar cuando el poder se equivoca. Jesús Alfredo Páez San Martín lo hizo. Y lo hizo con altura, sin estridencia, pero con una claridad que incomoda a quienes legislan sin leer, sin consultar y sin entender el terreno que pretenden regular.
En tiempos donde la crítica desde dentro es castigada, su renuncia se convierte en un acto civil de desobediencia ética. Una trinchera abierta para quienes, desde el conocimiento y no desde la consigna, siguen creyendo que la seguridad no puede construirse sacrificando la libertad.
La Ley de Ciberasedio en Puebla nació sin técnica, sin escucha y sin legitimidad. Pero su crisis no vino de la oposición ni de los activistas. Vino desde dentro. La renuncia de Jesús Alfredo Páez es un veredicto institucional contra una ley que traiciona su propio propósito.
Hoy, el gobierno poblano no solo perdió a un funcionario: perdió la confianza de su propio personal especializado. Y mientras sigan sin escuchar, seguirán legislando solos. Pero también seguirán perdiendo a los que realmente saben proteger a la ciudadanía.
🛡️✨Cierro un ciclo, pero no la misión.🛡️✨
— Jesús Alfredo Páez San Martín (@paezsanmartin) June 17, 2025
Comparto con ustedes que a partir del 16 de junio dejé de desempeñarme como Jefe de Atención y Prevención de Ciberdelitos en la SSP.
Durante 3 años en la Policía Estatal Cibernética tuve el honor de servir a la ciudadanía en la… pic.twitter.com/W7aHUBFwmP
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