Integrantes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG) vandalizaron un edificio de la Secretaría del Bienestar ubicado en Paseo de la Reforma, durante la marcha que partió del Ángel de la Independencia con destino al Zócalo capitalino.
CDMX - A su paso por la Torre Bienestar, un grupo de docentes irrumpió con palos, piedras y extintores, rompiendo cristales de los accesos y mobiliario del inmueble. Los empleados que se encontraban al interior optaron por resguardarse y, según testigos, tres trabajadores de atención a usuarios salieron llorando, visiblemente asustados por la agresividad de los manifestantes.
Los destrozos ocurrieron en un contexto de tensión interna dentro de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), que enfrenta una asamblea nacional fracturada por la falta de consenso para levantar el plantón que mantiene desde hace tres semanas en la Ciudad de México.
Mientras el contingente de Guerrero desataba la violencia, el de Oaxaca —representado por la secretaria general de la Sección 22, Yenny Pérez— advertía que no se replegarán pese al ofrecimiento del Gobierno federal de destinar 800 millones de pesos al magisterio oaxaqueño.
“Nos deslindamos de esas acusaciones en donde dicen que ha sido una vendimia por 800 millones de pesos, que se está levantando a nivel nacional, eso es totalmente falso”, afirmó Pérez en entrevista.
Pedro Hernández, dirigente de la Sección 9 de la Ciudad de México, lanzó un mensaje desafiante al gobierno y a la sociedad: “Vamos a mostrar de qué está hecha la Coordinadora”.
Los hechos violentos se suman a la quema de oficinas del SNTE ocurrida un día antes —acción que la presidenta Claudia Sheinbaum calificó como “una manifestación injustificable” y un acto que corre el riesgo de provocar el rechazo de la población hacia las exigencias de la CNTE.
En su conferencia matutina, Sheinbaum condenó los hechos: “No estamos de acuerdo con la violencia y estas afectaciones. Las manifestaciones deben ser pacíficas. Si no, tienen que deslindarse y asumir la responsabilidad de lo que pasó”, dijo, al tiempo que pidió identificar al grupo responsable del incendio en las instalaciones del SNTE.
La mandataria respaldó además la denuncia que el sindicato oficialista ha interpuesto por los daños.
La marcha del magisterio disidente —que aglutinó a las secciones 14, 7, 9, 10, 11, 18, 34, 40 y organizaciones sociales— llegó finalmente al Zócalo capitalino, donde realizaron un mitin frente a Palacio Nacional.
“La CNTE tiene vigencia porque sus demandas no han sido resueltas”, señalaron los oradores en la plancha.
Mientras tanto, en Paseo de la Reforma, la Torre Bienestar exhibe los cristales rotos y el mobiliario dañado como testigos de una jornada que reveló el rostro más radical de la protesta magisterial.
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