La lucha por la movilidad y la seguridad pública en Puebla escribe esta semana un nuevo capítulo. El Congreso del Estado votará este jueves la polémica reforma a la Ley de Movilidad que obligará a los motociclistas a portar un casco con su número de matrícula, pese a la negativa rotunda de los conductores y colectivos de motociclistas.
Puebla de Zaragoza, Pue.- La medida, impulsada por la presidenta de la Junta de Gobierno y Coordinación Política (Jugocopo), Laura Artemisa García Chávez, avanza sin cambios tras una reunión de casi dos horas que dejó un sabor amargo de inconformidad y temor en el gremio de motociclistas.
El encuentro entre seis representantes de motociclistas de Puebla y funcionarios de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) apenas sirvió para reforzar la postura oficial: la iniciativa no se moverá un milímetro. Laura Artemisa García Chávez confirmó que la reforma será votada el miércoles 11 de junio en la Comisión de Movilidad y Transporte y se turnará al Pleno al día siguiente para su aprobación definitiva. La morenista aseguró que se trata de una “medida de orden y control” ante la falta de un registro confiable de motociclistas en la entidad.
“Los pilotos fueron escuchados pero tienen que entender que el gobierno debe garantizar la seguridad de todos”, enfatizó García Chávez en conferencia de prensa. La diputada morenista recordó que, de aprobarse la reforma, se otorgará un plazo de seis meses para que los motociclistas regularicen su situación y adapten sus cascos a la nueva disposición.
El gobernador de Puebla, Alejandro Armenta, por su parte, en tono suave, pero endurece el discurso: “No se prohíbe la moto, pero aplicaremos la ley con contundencia”
En la misma línea de disciplina y control, Alejandro Armenta lanzó desde su “Mañanera de Puebla” un mensaje enérgico: “Nadie puede hacerse justicia por sí mismo ni ejercer violencia para reclamar sus derechos”, dijo al citar el artículo 17 de la Constitución, y advirtió que cerrar calles o tomar carreteras son delitos. Armenta remarcó que, aunque Puebla ha logrado reducir los índices de homicidios, la segunda causa de homicidios en Puebla ocurre con motocicletas.
“No se prohíbe el uso de la moto; estamos a favor de la movilidad y del libre tránsito, pero es necesario que haya orden”, afirmó Armenta. “Lo vamos a hacer con contundencia, con seguridad, con apego a la ley y con respeto a los derechos”, remarcó. El mandatario estatal insistió en que la medida no está dirigida a un grupo en particular, sino que es una disposición de carácter general para proteger a la población.
La iniciativa de los cascos con matrícula surge en un contexto de creciente desconfianza de las autoridades hacia los motociclistas, a quienes perciben como actores de delitos de alto impacto y movilidad irregular. Colectivos de motociclistas, sin embargo, temen que esta reforma derive en una forma de vigilancia selectiva y acoso policial, afectando a miles de trabajadores y repartidores que dependen de la motocicleta para subsistir.
“Nos quieren criminalizar”, denunció uno de los representantes al salir de la reunión con la Jugocopo. “No es justo que por unos cuantos delincuentes paguemos todos; nosotros somos trabajadores y nos exponen a extorsiones”, añadió. Sin embargo, la presidenta de la Jugocopo y el gobernador Armenta coinciden en que “el orden y la seguridad deben prevalecer”.
El jueves será un día decisivo para Puebla. Con la mayoría de Morena en el Congreso, la reforma tiene los votos asegurados. Lo que para el gobierno es una política de control, para miles de motociclistas es un símbolo de estigmatización y de miedo a la persecución. En el fondo, la reforma evidencia la tensión entre el derecho a la movilidad y la obsesión por el control.
¿Ganará el orden o la libertad? El jueves lo sabremos.
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