🚨 Cuatro policías asesinados tras salir de la “Mesa Regional para la Construcción de la Paz” en Costa Chica, Guerrero. El alcalde Alfredo González Nicolás se salvó, pero la violencia vuelve a exhibir la inutilidad de las mesas de seguridad en una región sumida en el miedo y el abandono.
Igualapa, Guerrero.- Sobre la carretera Acapulco - Pinotepa, a la altura de San José Las Palmas, Cuautepec, el subdirector de la Policía Municipal de Igualapa y tres agentes más murieron tras una emboscada este viernes alrededor de las 13:30 horas. El ataque a balazos exhibe, de nuevo, el fracaso de la estrategia de seguridad en Guerrero.
Horas antes, los policías habían participado en la llamada Mesa Regional para la Construcción de la Paz, un mecanismo que se realiza cada viernes con la presencia de autoridades estatales y municipales y que, en los hechos, no ha evitado la escalada de violencia en la Costa Chica.
El Gobierno del Estado de Guerrero activó protocolos y anunció que la Fiscalía General del Estado ya investiga el ataque, promesa repetida tras cada crimen que sacude la región, mientras las comunidades siguen atrapadas entre el miedo, la extorsión y la disputa criminal.
Versiones preliminares generaron confusión sobre un supuesto atentado contra el alcalde Alfredo González Nicolás, quien no viajaba en la camioneta atacada. Según el gobierno estatal, el edil se encontraba en la cabecera municipal entregando víveres a personas afectadas por el huracán Erick mientras sus policías caían asesinados a balazos a unos kilómetros de distancia.
”Confirmamos que el presidente municipal se encuentra sano y salvo”, informó el subsecretario de Desarrollo Político y Social, Francisco Rodríguez Cisneros.
El gobierno de Guerrero aseguró que se reforzarán las acciones de seguridad en Igualapa y otros puntos de la Costa Chica, un anuncio que se repite tras cada emboscada sin que se traduzca en garantías reales de protección para los policías municipales ni para los ciudadanos que enfrentan extorsiones, desplazamientos y asesinatos que ocurren incluso tras salir de reuniones donde se supone que se discute la paz.
La masacre de cuatro policías de Igualapa revela, otra vez, que en Guerrero las “Mesas de Paz” no frenan el terror armado que se impone día tras día. Mientras la fiscalía promete investigaciones, los habitantes de la Costa Chica siguen contando muertos.
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