Donald Trump y Elon Musk han desatado en las últimas horas un enfrentamiento público que amenaza con reconfigurar alianzas políticas, desatar represalias económicas y remodelar el panorama electoral de cara a las elecciones intermedias de 2026.

Washington (InfoStockMx) - El conflicto comenzó con la dura crítica de Musk a un proyecto importante de política interna impulsado por Trump —al que calificó como “una abominación repugnante”— y escaló rápidamente hasta convertirse en un cruce de acusaciones personales, amenazas de ruptura de contratos gubernamentales y una tormenta de memes que convirtieron la pelea en un fenómeno mediático global.

La disputa estalló cuando Elon Musk atacó públicamente el nuevo proyecto de ley de política interna de Trump, calificándolo de “abominación repugnante”. En respuesta, el presidente acusó a Musk de actuar por interés propio: “Estoy muy decepcionado con Elon. Lo he ayudado mucho... Elon está molesto porque aceptamos el mandato de vehículos eléctricos, y quieren que paguemos miles de millones de dólares en subsidios. Y Elon lo sabía desde hace mucho tiempo”, lo que Musk negó.

El enfrentamiento podría tener consecuencias económicas inmediatas. Musk había prometido donar 100 millones de dólares a grupos aliados de Trump antes de las elecciones de medio término, pero esa suma está ahora en suspenso. Además, empresas como SpaceX se han beneficiado de contratos gubernamentales multimillonarios y esperaban recibir más en el futuro. Trump no tardó en contraatacar sugiriendo que rescindir esos contratos sería “la forma más fácil de ahorrar dinero en nuestro presupuesto”.

Pero la ruptura no solo afecta a la política interna. Dmitri A. Medvedev, ex presidente de Rusia y actual vicepresidente del Consejo de Seguridad, ironizó en redes sociales sobre mediar en el conflicto: “Estamos listos para facilitar la conclusión de un acuerdo de paz entre D y E por una tarifa razonable, aceptamos acciones de Starlink como pago”. La relación de Musk con Rusia se ha vuelto ambigua desde que ofreció Starlink a Ucrania tras la invasión de 2022, pero sus recientes posiciones cercanas a Moscú alimentan la narrativa de una creciente interferencia rusa en la política de Estados Unidos.

El fantasma de Epstein y las teorías de conspiración

En medio de la disputa, Musk acusó a Trump de aparecer en los archivos relacionados con Jeffrey Epstein, el financiero acusado de tráfico sexual de menores que murió en una cárcel de Nueva York en 2019. Este comentario avivó teorías de conspiración y reavivó la presión de la extrema derecha para que se publiquen los documentos de Epstein, involucrando a influyentes empresarios y políticos estadounidenses.

El conflicto también se convirtió en combustible para las redes sociales. Usuarios compararon la pelea con rivalidades como la de “Mean Girls” o la de los raperos Drake y Kendrick Lamar, e incluso bromearon sobre la coincidencia con el inicio del Mes del Orgullo LGBTQ+. “Esta desordenada ruptura entre Trump y Musk es lo más gay del mes del orgullo”, ironizó Josh Sorbe, portavoz demócrata del Comité Judicial del Senado.

La relación entre Trump y Musk había sido una alianza de conveniencia: dinero, contratos y respaldo político. Ahora, la ruptura deja a Trump con un aliado convertido en adversario, capaz de desestabilizar su base electoral, y a Musk expuesto a perder miles de millones en contratos gubernamentales. La gran incógnita es si esta pelea es solo un espectáculo mediático —como insinúan algunos asesores— o el inicio de una guerra política y económica prolongada entre dos de los hombres más influyentes del mundo.

Por ahora, no hay indicios de reconciliación. Aunque no hay una llamada programada entre ambos para este viernes, en la Casa Blanca de Trump “los planes cambian con frecuencia”. Sus asesores ya preparan una campaña de presión para que políticos y empresarios tomen partido en la disputa, anticipando un conflicto que podría marcar el rumbo de las elecciones y la economía de Estados Unidos en los próximos años.