📌 El Partido del Trabajo (PT) en Puebla se lava las manos. Tras la fuga del alcalde de Cuautempan, Gerardo Cortés Caballero, señalado por presuntos vínculos con delitos graves, la dirigencia estatal asegura que “no sabía” de sus antecedentes, y que en todo caso “los ciudadanos se equivocaron”.
Puebla de Zaragoza, Pue.- Esta tarde, la senadora Lizeth Sánchez García, sostuvo sin inmutarse:
El alcalde ganó, la gente votó por él, toda la gente que votó por él se equivocó de persona… nosotros como Partido del Trabajo no vamos a dar un pronunciamiento mayor, esperamos que lo haga la Fiscalía.
En lugar de rendir cuentas sobre cómo un personaje con posibles vínculos con drogas y armas llegó a una candidatura avalada por la coalición de la 4T, la dirigencia estatal del PT opta por señalar al electorado como responsable de su error, sin revisar su propio proceso de selección ni el uso de encuestas internas como coartada de impunidad.
Gerardo Cortés Caballero, edil de Cuautempan, hoy prófugo, desapareció tras una serie de cateos en propiedades familiares donde las autoridades hallaron drogas, armas de fuego, cartuchos útiles y vehículos, todo bajo la sombra de su padre, Gerardo Cortés Betancourt, quien también fue alcalde del municipio en dos periodos (2008-2011 y 2018-2021), dejando un rastro de control político y económico en la zona.
Lo que el PT llama “error del pueblo” es en realidad la confirmación de un sistema de cuotas políticas que permite la postulación de perfiles ligados a estructuras familiares con poder local, a costa de la seguridad en la Sierra Norte de Puebla.
Al responsabilizar a la ciudadanía, el PT evita asumir su propia corresponsabilidad en la postulación de candidatos sin filtros ni escrutinio, mientras el municipio ha quedo bajo la tensión de un vacío de autoridad y, se denuncia, la presencia de grupos armados.
La Fiscalía de Puebla tendrá que hacer su parte, pero el costo político al PT, de la complicidad silenciosa, sigue pendiente.
0 Comentarios