La administración Trump prepara una reconfiguración del sistema de visas H-1B, al tiempo que busca dificultar el proceso para obtener la ciudadanía estadounidense. La medida apunta a consolidar una política migratoria más restrictiva y nacionalista, enfrentando a Silicon Valley con el ala dura del Partido Republicano.
WASHINGTON, D.C., jueves 24 de julio de 2025.—El nuevo director del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS), Joseph Edlow, anunció que el gobierno de Donald Trump planea reformar el sistema de visas para trabajadores extranjeros calificados y endurecer el examen de ciudadanía, como parte de una estrategia para restringir la inmigración legal en el país.
En entrevista con The New York Times, Edlow declaró que el examen actual para convertirse en ciudadano estadounidense "es muy fácil de memorizar" y que no cumple con los estándares legales. “No creo que estemos cumpliendo con la ley”, sentenció.
El programa de visas H-1B, usado por miles de empresas tecnológicas para contratar talento extranjero, se ha vuelto un campo de batalla entre líderes empresariales y sectores republicanos que denuncian competencia desleal contra trabajadores estadounidenses. El nuevo enfoque, explicó Edlow, busca priorizar a las empresas que ofrezcan mayores salarios, en un intento por contener críticas de la derecha conservadora que acusa a las firmas de reemplazar empleados locales por mano de obra extranjera más barata.
Esta misma semana, el vicepresidente J.D. Vance arremetió contra compañías que despiden a estadounidenses para contratar migrantes con visas laborales. Las declaraciones de Edlow confirman que la línea del segundo mandato de Trump estará marcada por una ofensiva migratoria agresiva, tanto en lo legal como en lo simbólico.
Mientras sectores económicos advierten sobre el impacto negativo de restringir el ingreso de talento internacional, el gobierno avanza en consolidar un aparato migratorio que refuerce su visión de “América para los estadounidenses”.
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