El alcalde Carlos Barragán Amador volvió a llenar el recinto ganadero en Xicotepec, no con ideas frescas ni soluciones de fondo, sino con la estrategia que ha marcado toda su trayectoria: explotar la pobreza y las carencias de la gente para prolongar su carrera política. Es muy temprano pero ya busca reelegirse en 2027, cobijado por Morena o por cualquier partido dispuesto a prestarle sus siglas.
Xicotepec de Juárez, Pue. — El evento en el Casino Ganadero reunió a miles de asistentes bajo el lema de un encuentro con “amigas y amigos”. Barragán agradeció el respaldo que —según dijo— ha hecho posible la actual administración municipal. Pero detrás de los discursos y las fotografías, lo que se percibe es un cálculo electoral: usar la estructura del municipio para mantener vivo un proyecto político personal.
Barragán ya fue alcalde por el PRI, legislador local y diputado federal. Hoy, desde la presidencia municipal, busca reciclar su imagen y presentar como “logros” lo que en realidad son programas sociales mínimos, gestionados con recursos públicos. La narrativa de gratitud se convierte en un disfraz para ocultar la falta de resultados en seguridad, empleo y desarrollo de infraestructura municipal.
Acompañado por su esposa Ely Ortiz de Barragán, presidenta del DIF municipal, y por integrantes del Ayuntamiento, el edil insistió en que continuará gestionando acciones “a favor de Xicotepec”. Sin embargo, su gestión se ha caracterizado más por la propaganda y la repetición de eventos que por una transformación de fondo en el municipio.
El riesgo es evidente: que la reelección de Barragán, ya sea bajo Morena o cualquier otra bandera, signifique prolongar un modelo de política clientelar y caciquil, en el que la pobreza de la población se convierte en la moneda de cambio para garantizar poder, dinero y aplausos.
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