El empresario Carlos Slim, a través de Grupo Carso, busca adjudicarse el tramo Saltillo–Santa Catarina del tren de pasajeros Saltillo–Nuevo Laredo, con una propuesta de 27 mil 451 millones de pesos, una de las seis presentadas en la licitación.
CDMX — La Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario (ARTF) informó que el concurso contempla la construcción de 111 kilómetros de vía en los tramos 13 y 14. Las propuestas económicas van desde 15 mil 601 millones hasta 46 mil 943 millones de pesos, reflejando una amplia competencia entre consorcios nacionales e internacionales.
En el caso de Slim, la oferta se presentó a través de Operadora CICSA, subsidiaria de Grupo Carso, en conjunto con FCC Construcción. Se trata del segundo proyecto ferroviario relevante para el magnate, quien ya obtuvo un contrato en el Tren Maya para desarrollar el tramo Palenque–Escárcega.
Entre los otros participantes destaca Comsa Infraestructuras, en alianza con VISE y Regiomontana de Construcción y Servicios, que presentó la oferta más alta con 46 mil 943 millones. Esta firma ya había intervenido en la rehabilitación de la Línea 12 del Metro, en el tramo que colapsó en 2021, y también en licitaciones previas del tren Saltillo–Nuevo Laredo.
La constructora ICA, junto con filiales y socios, presentó una propuesta de 34 mil 384 millones, mientras que Gami Ingeniería, en consorcio con AZVI, Recal Estructuras, Construcciones Urales y OSSA, ofertó 35 mil 996 millones. Por su parte, Constructora de Proyectos Viales de México, junto con CAABSA y OHL, concursó con 29 mil 912 millones.
La propuesta más baja fue presentada por Construcciones Ferroviarias del Noroeste y Moven Construcciones, con 15 mil 601 millones de pesos, lo que marca el rango inferior de las ofertas registradas en la licitación.
El proyecto Saltillo–Nuevo Laredo forma parte de la estrategia de conectividad ferroviaria impulsada en el noreste del país y representa una de las inversiones más relevantes en infraestructura de transporte de los próximos años. La decisión de adjudicación definirá no solo el futuro del corredor, sino también la participación de los grandes consorcios en la expansión del sistema ferroviario mexicano.
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