El presidente Donald Trump ordenó el control federal del Departamento de Policía Metropolitana de Washington y envió 800 efectivos de la Guardia Nacional, en una medida que calificó como respuesta a una delincuencia “fuera de control”, pese a que cifras oficiales la ubican en su nivel más bajo en tres décadas.

Washington D.C. (InfostockMx) — Desde la sala de prensa de la Casa Blanca, Trump describió una capital dominada por “criminales sedientos de sangre” y “turbas errantes de jóvenes desenfrenados”. La imagen contrasta con datos difundidos en enero por autoridades federales, que registraron la delincuencia violenta en Washington en su punto más bajo en 30 años.

El presidente informó que la fiscal general Pam Bondi encabezará la intervención y aseguró que está dispuesto a enviar militares a la ciudad “de ser necesario”. Declaró una emergencia de seguridad pública e invocó una disposición de la Ley de Autonomía del Distrito de Columbia que le permite asumir temporalmente el control policial. No precisó cuánto durará la medida.

A diferencia de los estados, el Distrito de Columbia no tiene autoridad sobre su Guardia Nacional, lo que otorga al presidente amplias facultades para su despliegue. Además, la administración reasignará a 120 agentes del FBI en la capital para labores de patrullaje nocturno.

La ofensiva de Trump se intensificó después de que Edward Coristine, un ingeniero de software de 19 años y miembro del Departamento de Eficiencia Gubernamental —su programa federal de recorte de gastos—, fuera golpeado en un intento de robo de auto. Trump difundió la fotografía de la víctima y advirtió en redes sociales: “Si D.C. no se pone en orden, no tendremos más opción que asumir el control federal de la ciudad”.

No es la primera vez que el mandatario recurre a despliegues militares para intervenir en seguridad local. Este verano envió casi 5 mil miembros de la Guardia Nacional a Los Ángeles para contener protestas contra redadas migratorias; solo 250 permanecen en la ciudad. En su primer mandato, utilizó fuerzas federales y Guardia Nacional para dispersar manifestaciones pacíficas durante las protestas de Black Lives Matter en 2020 tras el asesinato de George Floyd.