Un enfrentamiento físico entre el dirigente priista Alejandro “Alito” Moreno y el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, derivó en golpes, empujones y denuncias de desafuero, profundizando la confrontación entre oposición y oficialismo en la Cámara de Senadores.

CDMX — La sesión de la Comisión Permanente en la antigua sede de Xicoténcatl culminó en uno de los episodios más tensos en la memoria reciente del Congreso. Lo que comenzó como una discusión entre bloques legislativos escaló hasta convertirse en un altercado físico protagonizado por el líder del PRI y el presidente de la Cámara Alta, dejando tras de sí acusaciones cruzadas, señalamientos de censura y promesas de sanciones legislativas.

Tras el cierre de la sesión, alrededor de las 15:20 horas, Alejandro Moreno descendió de su escaño y subió a la tribuna para encarar a Fernández Noroña, reclamándole que no se permitió a la oposición fijar su posicionamiento político. El priista elevó la voz mientras el himno nacional terminaba de entonarse, acompañado por legisladores tricolores como Manuel Añorve, Rubén Moreira, Erubiel Alonso Que y Carlos Eduardo Gutiérrez.

El intento de calmar los ánimos por parte de Noroña se convirtió en un forcejeo. Según testigos, lo sujetó del brazo y al intentar soltarse comenzaron los jaloneos. Con Dolores Padierna tratando de separar a los legisladores, Moreno lanzó manotazos, uno de los cuales impactó en el cuello de Noroña. Acto seguido, empujó a un camarógrafo del Senado y lo pateó en el suelo, mientras otro colaborador del morenista fue golpeado por Carlos Gutiérrez, quien incluso alcanzó a pegarle en la cabeza al presidente del Senado.

Más tarde, en conferencia de prensa, el dirigente priista responsabilizó a Noroña de la confrontación: “Morena rompió el acuerdo de la Cámara y Noroña quedó exhibido”, afirmó. Acusó a la mayoría oficialista de modificar el orden del día para impedir la intervención de la oposición y denunció una estrategia sistemática del oficialismo para “imponer el silencio y controlar el discurso en el Congreso”. Además, calificó al morenista de “cobarde, cínico y patán”, reiterando que el PRI no se quedará inmóvil ante lo que consideró abusos de poder.

Por su parte, Gerardo Fernández Noroña rechazó las acusaciones y anunció que presentará denuncias por daños y lesiones junto a su colaborador Emiliano González, cuyo equipo fotográfico resultó destruido en la trifulca. Informó que convocará a una sesión extraordinaria de la Comisión Permanente el viernes a las 9:30 horas exclusivamente para tratar el caso, al tiempo que solicitará el desafuero de los legisladores priistas que participaron en la agresión. “No había existido un precedente de esta gravedad”, advirtió.

El choque en el Senado dejó en evidencia el nivel de polarización política entre el oficialismo y la oposición, sumando un nuevo episodio de confrontación en el recinto legislativo. Con denuncias judiciales en curso y la amenaza de desafuero, la disputa entre Morena y el PRI apunta a prolongarse más allá de lo ocurrido en el salón de sesiones.

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