La principal arteria de la capital tlaxcalteca, la calle 20 de Noviembre, se encuentra en condiciones deplorables. Los baches han vuelto intransitable una vía esencial para el transporte público y la movilidad urbana, sin que el gobierno municipal actúe para resolverlo.
Tlaxcala, Tlax. — En Tlaxcala capital, la emblemática calle 20 de Noviembre se ha transformado en un verdadero calvario para conductores y peatones. Los baches que cubren gran parte de su superficie han convertido el tránsito diario en una odisea, generando daños a los vehículos, retrasos constantes y un creciente sentimiento de frustración ciudadana.
A pesar de su importancia como eje vial —pues es paso obligado de numerosas combis y rutas de transporte público que conectan la capital con distintas localidades del estado—, la administración encabezada por el alcalde Alfonso Sánchez García ha mostrado una preocupante inacción ante las denuncias. Los reclamos se han multiplicado tanto en redes sociales como en medios locales, exigiendo una rehabilitación urgente.
“Es una vergüenza que una calle tan importante esté en estas condiciones”, afirmó Claudia Sánchez, conductora habitual de transporte colectivo. “Los baches son tan grandes que uno tiene que esquivarlos constantemente, poniendo en riesgo nuestros vehículos y la seguridad de los pasajeros”.
El deterioro no solo afecta a los automovilistas. Los peatones, especialmente adultos mayores y estudiantes, deben transitar entre charcos, bordes levantados y hundimientos peligrosos. Durante las noches o en días de lluvia, cuando la visibilidad disminuye, el riesgo se multiplica.
Ante la falta de respuesta oficial, algunos vecinos han comenzado a organizarse. Por medio de manifestaciones pacíficas y denuncias públicas en redes, buscan presionar al ayuntamiento para que intervenga cuanto antes. La demanda es clara: reparar de forma integral una vía que representa la imagen y el funcionamiento cotidiano del centro urbano.
El deterioro de la calle 20 de Noviembre no es solo un tema de infraestructura, sino de seguridad y de gestión pública. Cada bache que permanece sin atender refleja la distancia entre las necesidades ciudadanas y la acción gubernamental. La rehabilitación de esta arteria será una prueba visible del compromiso municipal con la movilidad y el bienestar de la población tlaxcalteca.
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