Un comando armado integrado por al menos cuatro sujetos vestidos de negro ingresó de madrugada al fraccionamiento El Rocío, en Atlixco, donde sometió al vigilante y saqueó cuatro viviendas, llevándose dos camionetas modelo 2025, dinero, joyas y electrodomésticos.

Atlixco, Pue. — La madrugada del 23 de septiembre, en el fraccionamiento El Rocío, ubicado en el Libramiento Puebla–Izúcar de Matamoros 4701, en la junta auxiliar La Trinidad Tepango, a la altura del puente Cantarranas 2 y a apenas dos kilómetros del monumento al Cristo, fue violentamente irrumpido. A las 2:00 de la mañana, cuatro hombres con armas cortas, gorras y el rostro cubierto, cortaron la malla ciclónica para ingresar al conjunto residencial y neutralizar al vigilante.

Los delincuentes se dirigieron directamente a las viviendas habitadas —cuatro de un total de ocho— donde sometieron con violencia a las familias, atándolas y amenazándolas. En su huida, se llevaron una camioneta SEAT Arona color blanco, placas VC-071-B, modelo 2025, y una Nissan Kicks color gris, modelo 2025, además de una amplia cantidad de electrodomésticos, joyas y dinero en efectivo. Testimonios señalan que los ladrones “vaciarion prácticamente todo, dejando la ropa tirada y las casas volteadas”.

Los testimonios refieren que los delincuentes actuaron con calma, cargando desde pantallas hasta microondas y herramientas, lo que refleja un operativo planeado y sin interrupción alguna por parte de la autoridad.

El caso ha despertado suspicacias entre habitantes, pues la magnitud del asalto y la forma en que fue ejecutado hacen pensar en un atraco de gran escala con protección o, al menos, con total ausencia de patrullajes. Incluso surgieron versiones que apuntan a que el ingreso pudo estar relacionado con algún operativo encubierto, aunque hasta ahora la Fiscalía General del Estado de Puebla no ha emitido postura oficial ni confirmado dicha versión.

Lo cierto es que, en paralelo, durante la misma madrugada se registró una persecución en las inmediaciones de San Juan Tianguismanalco, lo que refuerza la percepción de que la seguridad en la región se encuentra desbordada. Mientras tanto, los vecinos del fraccionamiento insisten en que fueron víctimas de un robo violento, donde no sólo perdieron bienes materiales, sino la sensación de seguridad en lo que debía ser un espacio residencial protegido.

El atraco en El Rocío se suma a una ola de delitos que han golpeado a Atlixco bajo la administración de la alcaldesa Ariadna Ayala, evidenciando que ni los fraccionamientos vigilados logran escapar al deterioro de la seguridad pública en la región.

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