En un video difundido desde Alemania, Yulia Navalnaya, viuda de Alexei Navalny, aseguró que su esposo fue envenenado durante su reclusión en una colonia penal ártica, y acusó directamente al Kremlin de haber orquestado su muerte.
InfoStockMx - El opositor ruso Alexei Navalny pasó tres años en prisión antes de morir el 16 de febrero de 2024 en condiciones que su familia y aliados califican de asesinato. En el testimonio difundido este miércoles, su viuda relató que Navalny fue trasladado dos meses antes a una remota prisión más allá del Círculo Polar Ártico, donde sufrió aislamiento, frío extremo y hambre. “No sólo querían matarlo. Trataron de romperlo”, denunció Navalnaya, al recordar el deterioro de la salud del líder opositor.
De acuerdo con su relato, aquel día Navalny se sintió mal durante un paseo rutinario en el patio de castigo. Fue devuelto a su celda en lugar de recibir atención médica inmediata. Una ambulancia llegó más de 40 minutos después, cuando el opositor ya estaba inconsciente. El equipo de reanimación no tuvo éxito y a las 14:23 horas se confirmó su muerte. La versión oficial rusa sostiene que murió por una arritmia, pero la familia asegura que los análisis de laboratorios en dos países distintos confirmaron un envenenamiento.
La viuda subrayó que la verdad solo pudo salir a la luz tras enviar muestras biológicas al extranjero, dado que las autoridades rusas bloquearon cualquier investigación interna. Incluso el Tribunal Urbano de Salejard rechazó la demanda presentada por la madre del opositor para abrir una causa penal, argumentando que la negativa oficial “no afectaba sus derechos e intereses”.
Navalnaya acusó al presidente Vladimir Putin de haber ordenado personalmente la muerte de su esposo, contradiciendo la narrativa del Kremlin que incluso llegó a sugerir que se autorizaba un canje de prisioneros. El portavoz Dmitri Peskov se limitó a rechazar comentarios, mientras que gobiernos occidentales calificaron el fallecimiento como un asesinato político.
La muerte de Navalny se inserta en una larga serie de represiones contra la oposición rusa. La versión de envenenamiento confirma un patrón ya observado en intentos previos contra el propio Navalny y otros críticos del régimen, lo que coloca a Rusia en el centro de un escrutinio internacional que el Kremlin evita responder con transparencia judicial.
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