Una investigación periodística reveló la existencia de una red de corrupción interna en el Senado de la República, integrada por asesores, jefes de oficina y personal de resguardo, que utilizó papelería oficial para falsificar oficios, organizar eventos sin autorización y lucrar con la imagen institucional del Poder Legislativo.
CDMX — De acuerdo con el reportaje de Leti Robles de la Rosa, publicado en Excélsior, este grupo aprovechó la confianza de los legisladores y la falta de controles internos para crear una estructura paralela que gestionaba reuniones, reconocimientos y conferencias en nombre de comisiones senatoriales, sin el aval de las autoridades competentes. La operación contó con el respaldo de integrantes de Resguardo Parlamentario, quienes permitieron el ingreso de personas ajenas al recinto.
El caso estalló en agosto, cuando el alcalde de Ahome, Sinaloa, Antonio Menéndez de Llano Bermúdez, recibió un oficio apócrifo supuestamente firmado por la Comisión de Defensa Nacional. En el documento se le pedía coordinar una reunión con el asesor Gerardo Horta Ocaña para “corregir su estrategia de seguridad”. El documento resultó ser falso, lo que destapó una red que durante meses operó desde oficinas legislativas.
Las indagatorias periodísticas señalan a Anel Bautista, entonces jefa de oficina de la senadora Ana Lilia Rivera, como una de las principales operadoras. Bautista envió oficios no autorizados al alcalde sinaloense y al director del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), general Isidoro Pastor Román, e incluso organizó una conferencia dentro del Senado junto con la escuela CUTVA Educación, sin conocimiento de la Comisión ni de la Mesa Directiva.
Tras descubrirse el esquema, Rivera destituyó a Bautista y notificó al AIFA que toda comunicación futura debería realizarse exclusivamente por canales oficiales. En su oficio de respuesta, la legisladora precisó que la funcionaria fue removida por el “uso indebido de documentación oficial”.
El reportaje también documenta que Gerardo Horta Ocaña, señalado como articulador de la red, fue nuevamente vetado del Senado. En 2022 ya se le había restringido el acceso tras detectarse que cobraba por la organización de eventos en nombre de senadores, presentándose falsamente como representante legislativo.
La red no solo manipulaba oficios. También cobraba a organizaciones externas por el uso de espacios y por la presencia de legisladores en ceremonias. En febrero de 2024, el Senado entregó el premio Pro Humanitas a Juan Pablo Penilla, identificado como abogado de Ismael “El Mayo” Zambada. El acto fue promovido por el senador Juan Carlos Loera de la Rosa, pero gestionado en realidad por la empresa The One Magazine.
La misma organización ya había realizado un evento similar en noviembre de 2023, con la participación de la escritora Elena Poniatowska, aprovechando el uso del recinto oficial y el nombre institucional del Senado.
Actualmente, el Órgano Interno de Control del Senado concentra múltiples denuncias, algunas anónimas, que apuntan a la participación de personal de seguridad en la red. Las investigaciones internas buscan determinar la responsabilidad administrativa y penal de los funcionarios involucrados.
Según la investigación, el entramado se sostenía sobre tres pilares: uso fraudulento de papelería oficial, colaboración de personal de resguardo y cobro ilícito a organizaciones externas. Un sistema interno que convirtió al Senado en escenario de negocios paralelos y tráfico de influencias bajo el amparo de la imagen institucional.

    
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