El primer informe del alcalde Jesús Salazar Morelos terminó en escándalo: sin quórum legal, sin control político y con el Palacio Municipal tomado por regidores y ciudadanos inconformes. Mientras tanto, el delegado de Gobernación José Manuel “El Químico” Bello Mora apareció en el evento para respaldar al edil, no para atender las denuncias del pueblo.

Yaonáhuac, Pue. — El clima político en Yaonáhuac se tensó al máximo durante el primer informe de gobierno. Lo que debía ser un acto de rendición de cuentas derivó en una protesta abierta por parte de la ciudadanía y los regidores, quienes denunciaron mal manejo administrativo, opacidad en el gasto público y falta de transparencia.

De acuerdo con los asistentes, el informe se realizó sin la presencia del Cabildo, lo que lo vuelve inválido jurídicamente. Afuera, los manifestantes exigían la intervención del Gobierno del Estado y la salida del presidente municipal. En medio de la tensión, llegó el delegado regional de Gobernación, José Manuel Bello Mora, conocido como “El Químico Bello”, quien fue recibido con reclamos. “Vino a respaldar al presidente, no al pueblo”, gritaron algunos vecinos.

Horas más tarde, la situación se desbordó: los regidores tomaron el Palacio Municipal y solicitaron la presencia del gobernador para resolver el conflicto. Este episodio se suma al ocurrido semanas atrás en Teteles, donde el delegado tampoco logró contener una crisis local, evidenciando su falta de capacidad de mediación y diálogo político.

Yaonáhuac amaneció más tranquilo este viernes. El Palacio Municipal continúa acordonado, con patrullas dañadas, un vehículo oficial destrozado y cintas de seguridad que recuerdan la jornada de descontrol. La seguridad está ahora a cargo de la Policía Estatal, mientras el Cabildo fue citado para una reunión de “reconciliación política” bajo supervisión estatal.

Sin embargo, el problema de fondo persiste: la ingobernabilidad generada por la administración de Jesús Salazar Morelos y la pasividad del delegado regional mantienen a la población en incertidumbre. En redes y espacios locales ya se plantea una pregunta que cobra fuerza en la Sierra Nororiental: ¿Debe seguir “El Químico Bello” como delegado de Gobernación o es tiempo de un relevo con verdadera capacidad de diálogo?

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