Protesta de transportistas mantiene detenida la circulación en la autopista México-Puebla, a la altura de Narciso Mendoza, generando largas filas rumbo a la Ciudad de México.
CDMX — La jornada de protestas que ya afectaba distintos puntos del centro del país alcanzó uno de los accesos más sensibles: la autopista México-Puebla. A la altura de Narciso Mendoza, en la entrada a la Ciudad de México, la circulación quedó prácticamente inmovilizada mientras grupos de transportistas instalaban un nuevo punto de presión para exigir mayores condiciones de seguridad.
En este tramo, los manifestantes colocaron pancartas con sus reclamos y levantaron barricadas con separadores plásticos utilizados en obras carreteras. Esta medida, explicaron, busca protegerse de intentos de embestida por parte de automovilistas que, ante el caos vial, muestran creciente desesperación. El bloqueo ya registra un embudo extendido, donde filas de automóviles y camiones se acumulan sin posibilidad de avanzar.
Este cierre se suma a las afectaciones reportadas en la México-Pachuca, la México-Querétaro, el Arco Norte y otros tramos donde transportistas y campesinos mantienen un paro nacional por demandas de seguridad y mejores condiciones económicas. Las interrupciones, que han escalado en número y alcance durante la mañana, mantienen bajo presión a miles de viajeros y al transporte de carga que intenta ingresar o salir del Valle de México.
Mientras las autoridades monitorean los cierres, el escenario continúa cambiando minuto a minuto, con más sectores sumándose a la protesta. La autopista México-Puebla, una de las principales rutas hacia la capital, permanece entre los puntos más críticos debido al impacto directo en el acceso a la ciudad.
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