El arranque de El Buen Fin provocó un colapso en la zona comercial de Angelópolis en Puebla, donde cientos de vehículos quedaron atrapados por fallas en el sistema de cobro y saturación total en accesos y estacionamientos.

Puebla de Zaragoza, Pue. — La primera noche de El Buen Fin dejó una estampa crítica en uno de los centros comerciales más concurridos de Puebla. La zona de Angelópolis registró un flujo desbordado de automóviles, filas inmóviles y un descontrol generalizado que se extendió hacia el complejo vecino Solesta, donde la circulación también quedó prácticamente detenida.

Los accesos colapsaron con filas de autos que avanzaban a cuentagotas. El estacionamiento de Angelópolis se saturó por completo, mientras que en Solesta no había espacio para maniobrar. A ello se sumó la complicación más seria de la noche: la falla del sistema de cobro administrado por Kigo Pro, que impidió a cientos de usuarios pagar sus boletos o validar los pagos realizados.

Testigos señalaron que las máquinas dejaron de reconocer los cargos, por lo que las plumas no se levantaban aun cuando los conductores habían cumplido con el proceso de pago. Sin personal suficiente para operar manualmente los accesos y atender la acumulación de usuarios, la salida se volvió prácticamente imposible en varias zonas del estacionamiento.

Muchos automovilistas permanecieron atrapados más de una hora y 35 minutos sin poder abandonar el complejo. La combinación de fallas tecnológicas, alta afluencia y la ausencia de un protocolo de emergencia provocó que el tránsito colapsara no sólo dentro de las plazas, sino también en las vialidades que rodean Angelópolis y Solesta, que terminaron rebasadas por el exceso de vehículos.

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