El presidente de Coparmex, Juan José Sierra, advirtió que la extorsión mantiene “de rodillas” a miles de empresarios y evidenció el agotamiento social ante la inseguridad.
Tijuana, BC — Durante un pronunciamiento público, el dirigente empresarial sostuvo que el país vive un hartazgo profundo frente al avance de delitos que afectan la actividad económica. Señaló que la extorsión y el cobro de piso han dejado de ser fenómenos aislados para consolidarse como estructuras que influyen en la dinámica productiva y territorial, imponiendo reglas ajenas al Estado. En su mensaje, destacó que estas prácticas han adquirido un peso decisivo en la vida de múltiples comunidades y sectores.
El líder patronal recordó que este delito refleja lo que describió como la falla institucional más evidente: la ausencia de presencia estatal en regiones donde grupos que operan fuera de la ley determinan quién puede trabajar, invertir, abrir o cerrar negocios. Afirmó que sin justicia ni protección no existe posibilidad de una convivencia estable ni de una actividad económica libre.
De acuerdo con cifras expuestas por Sierra, en lo que va del año México acumula 8 mil 585 víctimas de extorsión, un aumento de 5.2 por ciento. En los 43 municipios fronterizos, donde se concentra el 11.8 por ciento de las víctimas, el delito creció 15.2 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior. Para el dirigente, estas cifras muestran una expansión sin freno y sin consecuencias para quienes la ejercen.
En su mensaje, Sierra llamó al Gobierno Federal a encabezar una estrategia integral contra la extorsión, orientada a la erradicación de redes que facilitan la impunidad. También pidió a congresos y autoridades locales armonizar la legislación y fortalecer estructuras con presupuestos adecuados. Subrayó que el país requiere que este delito sea tratado con la prioridad correspondiente a su impacto económico y social.

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