La Suprema Corte dejó sin salidas legales a Ricardo Salinas Pliego y confirmó el cobro de 47 mil 407 millones de pesos en impuestos, mientras el SAT se prepara para ejecutar garantías como la sede de TV Azteca.
CDMX — En apenas dos horas de sesión, la nueva Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) desmontó el último intento del empresario por evitar el pago de adeudos fiscales arrastrados desde hace más de 17 años. Los nueve ministros votaron por unanimidad para desechar de manera definitiva todos los recursos promovidos por el dueño de Grupo Elektra y TV Azteca, quien había interpuesto más de 100 impugnaciones para frenar la resolución del fisco.
La sesión tuvo un tono estrictamente procedimental: 96 minutos efectivos bastaron para que el Estado recuperara el monto total reclamado, lo que equivale a un cálculo simbólico de 493 millones de pesos por minuto. El empresario incluso recibió una multa de 7 mil 919 pesos por obstaculizar el proceso judicial, un detalle que subrayó la valoración crítica del Pleno sobre su estrategia litigiosa.
Para hacer exigible la decisión, el SAT cuenta ya con activos en garantía, entre ellos la sede de TV Azteca. La defensa del magnate —quien ha pasado de aliado político a opositor feroz del Gobierno federal— insiste en que existió un acuerdo previo para reducir la deuda y acusa a la Corte de acelerar el fallo para alinearlo con el clima político nacional. Ninguno de esos argumentos prosperó en la sesión.
Tras el revés, Grupo Salinas anunció que acudirá a mecanismos internacionales, asegurando que es víctima de “persecución política” y denunciando supuestos cobros “dobles” e “inconstitucionales”. Señalaron además que la decisión de los ministros confirma la “sumisión” de la Corte a un “guion” gubernamental, narrativa que contrasta con la postura del Congreso.
Horas después, las bancadas de Morena, PVEM y PT en la Cámara de Diputados respaldaron la decisión unánime del tribunal. Afirmaron en un comunicado que la resolución se tomó en estricto apego a la Constitución y que el empresario llegó al final de un proceso en el que agotó todas las vías legales disponibles.
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