La bancada de Morena en Puebla respaldó a Claudia Sheinbaum y al gobernador Alejandro Armenta, y acusó a trabajadores de San Andrés Cholula de intervenir en la marcha de Generación Z.
Puebla de Zaragoza, Puebla. — La tensión política en Puebla volvió a escalar luego de que la bancada de Morena en el Congreso del Estado, encabezada por Andrés Villegas y Nay Salvatori, fijara postura frente a las movilizaciones de la denominada Generación Z realizadas el pasado fin de semana. Los legisladores cerraron filas en apoyo a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, y al gobernador Alejandro Armenta, al sostener que el movimiento ciudadano fue politizado por actores vinculados a gobiernos municipales de oposición.
Durante su posicionamiento, los diputados acusaron que presuntos trabajadores del Ayuntamiento de San Andrés Cholula intervinieron en la marcha, señalamiento que se suma a las declaraciones previas del Ejecutivo estatal. Según los morenistas, la participación de personal municipal habría tenido el propósito de generar un efecto político adverso a la administración federal y estatal.
El coordinador Andrés Villegas afirmó que algunos actores buscan “darse baños de pureza” pese a que —según su dicho— han incurrido en prácticas de promoción anticipada utilizando recursos públicos. Añadió que será la Auditoría Superior del Estado la encargada de revisar y actuar conforme a sus atribuciones en caso de detectarse irregularidades administrativas.
La bancada reiteró que el respaldo a la presidenta y al gobernador obedece a la necesidad de mantener estabilidad política y evitar que grupos opositores utilicen las movilizaciones juveniles para confrontar a las autoridades. Subrayaron que el respeto a la libre manifestación debe garantizarse, pero sin que ello implique manipulación o intervención gubernamental con fines partidistas.
Mientras continúan los cruces de declaraciones entre autoridades estatales y municipales, el origen y desarrollo de la marcha de Generación Z sigue bajo escrutinio político, en un ambiente marcado por la disputa narrativa en torno a la legitimidad de la protesta.
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