El inicio del Buen Fin y la llegada de la temporada comercial de fin de año elevan el consumo digital en México, escenario que ciberdelincuentes aprovechan con tácticas más precisas mientras comercios y usuarios intentan protegerse.
CDMX — Con el arranque del Buen Fin y la apertura de la temporada navideña, México entra en una de las etapas de mayor actividad comercial. Las compras en línea aumentan de forma acelerada, impulsadas por promociones, renovación tecnológica y adelantos salariales. Este interés masivo también activa la maquinaria del fraude digital, cuyos operadores perfeccionan métodos para infiltrarse en transacciones, suplantar comercios y vulnerar a usuarios sin experiencia.
En el mercado internacional, la magnitud del fenómeno es evidente: durante el Black Friday pasado, consumidores estadounidenses gastaron $10.800 millones de dólares en compras online, una cifra que, según el analista Vivek Pandya de Adobe Analytics, representa un hito para el comercio electrónico. Ese crecimiento se replica en México durante noviembre y diciembre, periodos donde el flujo de transacciones expone a los compradores a riesgos crecientes.
La otra cara del incremento del consumo aparece en investigaciones de Kaspersky, que documentan la venta de datos bancarios en la dark web desde 70 hasta 315 dólares por tarjeta. Los llamados “paquetes completos” incluyen número, CVV, domicilio y teléfono del titular, conformando una economía paralela que avanza al ritmo del desconocimiento y la urgencia de compra.
En regiones como Colombia, donde las compras en línea pueden superar las tres por semana, el 22% de los usuarios ha padecido incidentes de ciberseguridad. Los métodos de pago más frecuentes —banca digital, aplicaciones de cobro y tarjetas bancarias— son también los más vulnerados, reflejando patrones similares a los que enfrentan compradores mexicanos en la temporada alta.
La sofisticación de estas redes criminales ha sido descrita por Fabiano Tricarico, director de productos para América en Kaspersky, quien señala que incluso replican estrategias comerciales legítimas con “descuentos” del 10% en tarjetas robadas en países como España, Italia, Canadá y Australia. La simulación de promociones forma parte de un ecosistema delictivo que se adapta rápidamente a los picos de consumo.
Los esquemas de engaño más habituales en estas fechas incluyen la suplantación de marcas reconocidas como Amazon, Mercado Libre, Shein o Temu, así como correos con supuestas ofertas exclusivas que conducen a portales falsos. Las encuestas fraudulentas y los sorteos inexistentes, presentados como oportunidades únicas, buscan obtener datos personales mediante la urgencia y el atractivo de premios.
Para los consumidores, adoptar medidas preventivas se vuelve indispensable: revisar el remitente de cualquier comunicación sospechosa, verificar meticulosamente la URL de las tiendas antes de ingresar información sensible, proteger dispositivos con soluciones de seguridad robustas y monitorear con regularidad los estados de cuenta para detectar cargos no autorizados.
En el sector empresarial, la presión también se intensifica. Roberto Peñacastro, director ejecutivo de Leadsales, advierte que el volumen de mensajes y solicitudes crece de manera exponencial en estas fechas, y que sin una estrategia clara de atención, muchas empresas corren el riesgo de colapsar operativamente. La demanda exige respuestas ágiles, consistentes y seguras.
En ese contexto, la inteligencia artificial se convierte en un recurso determinante. Según Peñacastro, las herramientas basadas en IA permiten analizar miles de interacciones, detectar patrones de compra, priorizar clientes potenciales y automatizar seguimientos. Esa automatización libera tiempo para que los equipos se concentren en áreas donde la intervención humana sigue siendo fundamental, como la resolución de conflictos y la estrategia comercial.
El Buen Fin y las festividades de fin de año representan una oportunidad para adquirir productos con descuentos importantes, pero también recuerdan la magnitud de los riesgos digitales que acompañan al comercio en línea. La adopción de prácticas seguras, la vigilancia constante y el aprovechamiento adecuado de la tecnología permiten atravesar la temporada con mayor seguridad, consolidando una experiencia de compra informada y protegida.
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