El gobierno estatal suspendió clases presenciales en 14 mil 789 escuelas públicas y privadas que afectan a 1.8 millones de estudiantes, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) anunció que el lunes 10 de noviembre impartirá clases en línea en nivel medio superior (preparatorias y bachilleratos) y en los complejos regionales.
Puebla de Zaragoza, Pue. — El Frente Frío número 13 provocó una paralización educativa masiva en Puebla. En la BUAP se mantednrá la normalidad en las actividades del nivel superior del área metropolitana y las funciones administrativas.
La decisión del gobierno estatal, emitida tras recomendación de la Coordinación General de Protección Civil y Gestión del Riesgo de Desastres, afecta principalmente a las regiones más vulnerables: Sierra Norte, Nororiental, valles de Serdán y Atlixco, Mixteca y zona Angelópolis. Un millón 864 mil 393 estudiantes de educación básica y media superior recibirán servicio educativo a distancia coordinado por 99 mil 453 docentes.
La suspensión no será uniforme en el sistema estatal. Mientras la mayoría de las instituciones reanudarán clases presenciales el martes 11 de noviembre, las escuelas ubicadas en las sierras Norte y Nororiental permanecerán cerradas hasta el miércoles 12, reconociendo que estas regiones montañosas enfrentan condiciones climáticas más severas. La BUAP, por su parte, no especificó hasta cuándo mantendrá la modalidad virtual en sus unidades regionales.
La respuesta diferenciada entre instituciones evidencia la complejidad de gestionar emergencias climáticas en un estado geográficamente diverso. Mientras la BUAP puede mantener operaciones administrativas y académicas del nivel superior por contar con infraestructura más robusta en la zona metropolitana, planteles regionales carecen de condiciones básicas, convirtiendo cada el frente frío 13 en una crisis educativa recurrente.
La transición abrupta a modalidad virtual plantea interrogantes: ¿cuántos de esos 1.8 millones de estudiantes cuentan con conectividad estable y dispositivos funcionales? En la Sierra Norte y Nororiental, donde el frío es más intenso y las clases se suspenden por más tiempo, la brecha digital se superpone con la vulnerabilidad climática, creando una doble exclusión educativa.
Para miles de familias en comunidades serranas, la suspensión representa más que un día sin clases. La imposibilidad de que padres trabajen al no tener dónde dejar a sus hijos, y la evidencia tangible de que ni el gobierno estatal ni las instituciones educativas han resuelto un problema que se repite cada año con una predictibilidad casi calendárica.
Mientras las autoridades enmarcan estas medidas como "salvaguarda de la salud" y "promoción de entornos seguros", la realidad persiste: las bajas temperaturas se han convertido en un recordatorio anual de las desigualdades del sistema educativo poblano. El Frente Frío 13 no es una excepción; es la confirmación de que la infraestructura educativa básica sigue siendo insuficiente frente a fenómenos climáticos que ya no sorprenden a nadie.

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