Un grupo de manifestantes incendió el Palacio Municipal de Apatzingán en una jornada de protestas que se extendió por segundo día consecutivo en Michoacán, tras los asesinatos del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, y del líder limonero Bernardo Bravo.

Apatzingán, Mich. — Por segundo día consecutivo, diversas ciudades de Michoacán registraron protestas derivadas del asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, y del dirigente limonero Bernardo Bravo. En Apatzingán, la manifestación nocturna terminó con el incendio del Palacio Municipal, donde un grupo de personas irrumpió en el edificio y provocó daños significativos.

De acuerdo con testigos, los manifestantes se concentraron en la plaza principal del municipio, lanzando consignas contra las autoridades estatales y exigiendo justicia por los homicidios recientes. La tensión escaló cuando algunos participantes comenzaron a arrojar piedras contra las ventanas del inmueble.

Posteriormente, un grupo logró ingresar al interior del palacio, donde destruyó mobiliario y prendió fuego en varias áreas del edificio. Antes de retirarse, los inconformes también quemaron la ofrenda del Día de Muertos y los adornos instalados en el lugar.

Hasta el momento, las autoridades no han reportado detenidos, aunque mantienen presencia en la zona para evitar nuevos enfrentamientos o daños adicionales. El incendio se suma a una serie de manifestaciones que reflejan la creciente indignación social en la región por la violencia contra funcionarios y líderes comunitarios.

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