Alejandro Gertz Manero no renunció: fue removido de facto. El 27 de noviembre presentó su salida disfrazada de "oportunidad diplomática" rumbo a una embajada en Europa, pero la secuencia de eventos previos revela una operación de evacuación urgente.
RG Revista — Entre el 25 y 26 de noviembre, mientras México todavía se entretenía con las reacciones al triunfo de Fátima Bosch en Miss Universo, ocurrió un movimiento que selló la suerte del fiscal Gertz Manero: Raúl Rocha Cantú, empresario regiomontano dueño mayoritario de la franquicia Miss Universo México y acusado por la FGR de encabezar una red de narcotráfico, tráfico de armas y contrabando de hidrocarburos, pactó convertirse en testigo colaborador. La orden de aprehensión se emitió el 15 de noviembre; el acuerdo de inmunidad se concretó el 19 de noviembre. Una semana después, Gertz sabía que estaba fuera. La razón de fondo: Rocha sabe demasiado y Gertz sabía lo que Rocha sabe.
La FGR bajo Gertz documentó y acusó a Rocha Cantú de liderar una organización criminal de 13 personas que cruzaban combustible, armas y drogas en lanchas por el río Usumacinta desde Guatemala, trasladándo el contrabando desde Chiapas y Tabasco hasta Querétaro y la Cudad de México. La red traficó armas para el Cártel de Jalisco Nueva Generación y La Unión Tepito. Según la carpeta de investigación filtrada el 26 y 27 de noviembre, el grupo también habría sobornado a funcionarios de la propia Fiscalía para conocer los avances de las investigaciones en su contra. La fiscal Mari Carmen Ramírez Rodríguez fue detenida por filtración desde la FEMDO.
Rocha, cónsul honorario de Guatemala en México desde 2022 fue retirado del cargo por el gobierno del vecino país y resurgió la información de la sociedad que le acreditaba la propiedad del Casino Royale en Monterrey donde 52 personas murieron en un atentado atribuido a Los Zetas el 25 de agosto de 2011.
Pero el caso Rocha es apenas la punta del iceberg que Gertz estaba destapando. Fuentes aseguran que el fiscal no consultó a la presidenta Sheinbaum antes de conceder a Rocha el criterio de testigo colaborador, decisión que habría desatado enojo y pánico en las cúpulas del poder de la 4T. Lo que circula con insistencia en pasillos de San Lázaro y redacciones del "círculo rojo" es devastador: lo que Rocha sabe —y lo que estaba a punto de declarar— sería tan comprometedor como los otros expedientes que Gertz venía construyendo en los últimos meses. El primero: la red de huachicol fiscal que involucra a sobrinos del Secretario de Marina operado desde la propia institución. El segundo: el Cártel de la Barredora, cuyo líder habría sido el secretario de seguridad de Adán Augusto López cuando este gobernaba Tabasco.
El ultimátum: te vas por las buenas o exponemos tus cuentas
La versión extraoficial que gana tracción es contundente: Gertz Manero recibió un ultimátum del bloque duro de Morena, encabezado por Adán Augusto López, hoy líder de los senadores de Morena y considerado "hermano" político de Andrés Manuel López Obrador. El mensaje habría sido directo: "te vas por las buenas o te vas por las malas". Adán Augusto niega cualquier comunicación con el ex fiscal, pero tras horas de negociaciones, finalmente Alejandro Gertz Manero presentó su renuncia como Fiscal General de la República (FGR) ante el Senado de México el jueves 27 de noviembre de 2025. Le plantearon dos opciones: renuncia voluntaria con destino a una embajada europea y fuero diplomático, o desde el Senado se le acusaría formalmente de no rendir cuentas. Gertz, quien mantenía un margen estrecho de autonomía frente al poder político —impensable en cualquier otro funcionario de la 4T—, eligió la salida dorada antes que el linchamiento institucional.
Hay más. En el "círculo rojo" circula una versión particularmente explosiva sobre el papel de Rocha Cantú: el empresario habría sido el encargado de cobrar sobornos "oficiales" a propietarios de casinos en buena parte del sexenio anterior. Detrás de esa operación estaría precisamente Adán Augusto López. Si esa versión tiene sustento, el acuerdo de testigo colaborador no solo protege a Rocha de la cárcel: lo convierte en bomba de tiempo contra quienes lo protegieron. Y ahí radica la clave de la caída de Gertz: el fiscal estaba a punto de exhibir una nueva capeta de investigación que exhibía desde otro ángulo la captura del Estado mexicano por el crimen organizado durante el sexenio de López Obrador, con nombres, apellidos y cargos de primer nivel.
Desde la conferencia presidencial, Claudia Sheinbaum intentó deslindar del escándalo el triunfo de Fátima Bosch: "Quieren restarle mérito, y no corresponde", declaró, asegurando que será la FGR quien informe. Pero la FGR que heredará Ernestina Godoy Ramos —consejera jurídica de Sheinbaum hasta hace 48 horas— ya no será la que investigaba a Rocha: será la que administre lo que Rocha revele o, más importante aún, lo que Rocha calle. Godoy no tiene el margen de autonomía que Gertz conservaba. Es operadora política pura, disciplina absoluta; se le ve como la encubridora oficial que hará exactamente lo que Palacio Nacional ordene.
La caída de Gertz Manero no es consecuencia de sus escándalos personales —el caso de su excuñada Laura Morán y su hija Alejandra Cuevas, los audios presionando jueces, la liberación de Emilio Lozoya— sino de haber cruzado la línea roja: exhibir que el crimen organizado penetró hasta las entrañas del proyecto de la 4T. Adán Augusto López emerge como el hombre empoderado que orquestó la salida. López Obrador, el único que pudo haber frenado la salida de Alejandro Gertz Manero, no movió un dedo. Y Rocha Cantú, el todavía dueño de Miss Universo con pasado en el Casino Royale de la masacre, pasó de prófugo inminente a testigo protegido en 72 horas. Lo que declare —o lo que oculte— definirá quién sobrevive en el nuevo mapa del poder. Gertz ya no estará para abrir más expedientes incómodos. En el México de la transformación, los fiscales que investigan demasiado no van a juicio: van de embajadores…, por las buenas.
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