El cierre carretero en Tlaxco–Apizaco continúa la tarde del 25 de noviembre, afectando rutas estratégicas entre Puebla capital y la Sierra Norte en plena movilización nacional. El cierre mantiene varados a cientos de usuarios, incluidos viajeros que intentan llegar a municipios serranos como Zacatlán, Huauchinango, Chignahuapan y Tetela de Ocampo.
Tlaxco, Tlaxcala. — El bloqueo instalado en la carretera Tlaxco–Apizaco permanece sin señales de levantarse. Lo que inició como parte de la movilización nacional de transportistas y campesinos ya derivó en una paralización regional de gran impacto: no solo afecta a Tlaxco y Apizaco, sino también uno de los corredores más importantes para la comunicación entre Puebla capital y la Sierra Norte de Puebla.
El cierre mantiene varados a cientos de usuarios desde la madrugada, incluidos viajeros que intentan llegar a municipios serranos como Zacatlán, Huauchinango, Chignahuapan y Tetela de Ocampo. La protesta, que exige mayor seguridad en carreteras y condiciones justas para el campo, se prolonga mientras los inconformes reiteran que no se retirarán sin una respuesta formal del Gobierno Federal. En bloqueos anteriores documentados en la zona, las pérdidas económicas derivadas del freno logístico ya habían sido motivo de alerta entre transportistas y cámaras empresariales.
El flujo hacia la Sierra Norte ha quedado prácticamente interrumpido, lo que complica el traslado de mercancías, servicios médicos y el tránsito laboral en una región que depende de este eje carretero. Algunos operadores, especialmente quienes transportan carga perecedera, reportan riesgos crecientes por la falta de movimiento. Otros camiones pesados señalan que llevan más de doce horas sin acceso a alimentos ni información clara sobre rutas alternas confiables, pues los caminos secundarios presentan riesgos de inseguridad.
Los manifestantes insisten en que la crisis en carreteras se ha agudizado. Organizaciones nacionales refieren que el sector enfrenta un robo de carga cada 24 minutos, índice que, afirman transportistas de la zona, vuelve inviable operar sin respuestas gubernamentales inmediatas. Mientras tanto, los usuarios afectados reconocen la legitimidad de la protesta, pero cuestionan que se mantenga un cierre total en uno de los puntos neurálgicos del centro del país.
El tránsito continúa detenido al cierre de este reporte, con afectaciones que ya rebasan a Tlaxco y Apizaco y comprometen la movilidad hacia toda la Sierra Norte de Puebla.

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