Elementos de la Policía de Michoacán reprimieron con fuerza a manifestantes que exigían la renuncia del gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, durante las movilizaciones ciudadanas por el asesinato del presidente municipal de Uruapan, Carlos Manzo. La jornada dejó escenas de violencia, destrozos y un ambiente de tensión en Morelia y Uruapan.

Morelia, Mich. — Las protestas que iniciaron de forma pacífica este domingo en Morelia y Uruapan derivaron en enfrentamientos luego de que agentes estatales dispersaran a los contingentes que exigían justicia y la dimisión del mandatario morenista. Miles de ciudadanos, muchos vestidos de blanco, habían marchado para condenar el asesinato de Carlos Manzo, ocurrido el pasado 1 de noviembre.

En la capital michoacana, los inconformes avanzaron sobre la Avenida Madero con pancartas y consignas de “¡Fuera Bedolla!” y “¡Justicia para Uruapan!”. Sin embargo, cuando un grupo de manifestantes irrumpió en el Palacio de Gobierno y comenzó a causar destrozos, elementos de la policía estatal ingresaron para replegar a la multitud con escudos, gases y golpes, según testigos y reportes locales.

Los asistentes acusaron al gobernador de intentar sofocar el movimiento social con violencia. “El gobierno lo mató” y “Represión no es justicia” se leía en varios carteles, mientras otros gritaban que la muerte de Manzo es reflejo de la impunidad y la colusión del poder con el crimen organizado. Durante el operativo, varios manifestantes resultaron heridos y algunos fueron detenidos.

En Uruapan, alrededor de 10 mil personas marcharon para acompañar la misa de cuerpo presente del alcalde en la Parroquia de San Francisco. En medio del dolor y la indignación, los asistentes reiteraron que la violencia en la entidad se ha vuelto insostenible y que el asesinato de Manzo simboliza la vulnerabilidad de los gobiernos locales frente al crimen.

Organizadores de las movilizaciones afirmaron que la represión es una muestra del deterioro institucional en Michoacán. En un mensaje leído frente al Palacio Municipal de Morelia, expresaron: “Convocamos a toda persona inconforme, a quien ya no quiera callar, a quien exija un México más justo y sin miedo. Porque cuando el pueblo despierta, la impunidad tiembla”.

Hasta el momento, el gobierno estatal no ha emitido un informe oficial sobre los incidentes ni el número de personas lesionadas o detenidas. La tensión persiste mientras la ciudadanía exige justicia por el asesinato de Carlos Manzo y transparencia sobre la actuación policial durante las protestas.

Imágenes: fotógrafo Asaid Castro

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