El presidente Donald Trump revisó múltiples opciones militares contra Venezuela mientras el portaaviones USS Gerald R. Ford se aproxima al Caribe, en medio de mensajes contradictorios sobre los objetivos reales de la operación.
Washington — La administración de Estados Unidos aceleró su ofensiva contra el Gobierno venezolano con el inminente posicionamiento del portaaviones Ford cerca del territorio sudamericano. La estrategia ha generado incertidumbre entre funcionarios y analistas, especialmente porque el propio mandatario y su equipo ofrecen señales distintas sobre el alcance y propósito de la misión.
Durante dos días consecutivos, Trump encabezó reuniones en la Casa Blanca para evaluar posibles acciones, entre ellas el despliegue de fuerzas de Operaciones Especiales e incursiones directas dentro de Venezuela. Aunque el mandatario afirmó tener ya una resolución tomada, evitó especificar detalles. «Ya me he decidido», dijo a la prensa a bordo del Air Force One, subrayando que su administración ha hecho “avances significativos” en el combate al tráfico de drogas.
Las declaraciones fueron registradas por una periodista durante el trayecto de Trump hacia el avión presidencial rumbo a Florida, tras una jornada marcada por nuevas reuniones con altos mandos militares. Minutos antes, el Washington Post reveló que el presidente sostuvo un encuentro con el secretario de Guerra Pete Hegseth y autoridades del Pentágono para discutir un conjunto de opciones diseñadas para robustecer la estrategia contra el Gobierno venezolano.
El diario citó a un funcionario que, bajo anonimato, aseguró que las fuerzas estadounidenses ya desplegadas en el Caribe están en estado de espera para ejecutar órdenes. El mismo funcionario destacó la capacidad del presidente para mantener lo que describió como una “ambigüedad estratégica”, evitando exponer los siguientes pasos ante los adversarios.
Mientras tanto, el Comando Sur difundió un video de una operación donde una embarcación en el Caribe fue destruida, con cuatro presuntos narcotraficantes “asesinados”, según la publicación en la plataforma X. Las imágenes se difundieron en paralelo al lanzamiento oficial de la misión Lanza del Sur, presentada desde el jueves como un operativo para frenar el tráfico de drogas hacia territorio estadounidense, aunque sin precisar los límites de su ejecución.
La operación, defendida por Hegseth como un esfuerzo para eliminar redes de narcotráfico, se desarrolla en un contexto de creciente tensión regional. El despliegue del portaaviones y la falta de definiciones públicas sobre los objetivos finales incrementan la incertidumbre respecto al rumbo que tomará la estrategia militar estadounidense en los próximos días.

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