La autopista Puebla-Orizaba fue reabierta en Quecholac, Puebla, tras 24 horas de bloqueo y un diálogo directo entre la alcaldesa Guadalupe Martínez y manifestantes que protestaban por la nueva Ley General de Aguas.

Quecholac, Puebla. — La reapertura de la autopista Puebla-Orizaba, a la altura de Quecholac, concluyó el cierre de una jornada de protesta de productores del campo que afectó una de las rutas estratégicas entre el centro del país y el sureste. Después de un diálogo encabezado por la alcaldesa Guadalupe Martínez, los inconformes decidieron retirarse, permitiendo la circulación en ambos sentidos tras un paro que se prolongó por más de 24 horas.

El bloqueo, que comenzó la tarde del martes y se extendió más allá del tramo de Acatzingo, paralizó el flujo vehicular en la autopista Puebla-Veracruz. Los manifestantes ocuparon la vía con tractores en rechazo a la reforma a la Ley General de Aguas, impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum y aprobada ayer en la Cámara de Diputados.

Durante la negociación, la alcaldesa presentó a los manifestantes un mensaje del diputado federal Nacho Mier, lo que facilitó el retiro del bloqueo. El movimiento buscaba presionar a legisladores federales ante cambios sustanciales en el manejo de concesiones del recurso hídrico.

Entre otras disposiciones, la reforma establece que las concesiones de agua ya no podrán transferirse entre particulares durante la venta o herencia de propiedades. Las reasignaciones quedarán bajo control de CONAGUA, que contará con un plazo máximo de 20 días hábiles para emitir nuevos títulos mediante un proceso simplificado. El debate sobre estas modificaciones continúa generando reacciones entre productores y sectores rurales que temen afectaciones en sus actividades.

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