Productores agrícolas del valle de Tehuacán alertaron sobre posibles bloqueos carreteros ante la incertidumbre generada por la nueva Ley de Agua, al considerar que podría poner en riesgo sus títulos de concesión. Cerca de 14 mil campesinos de municipios como Zinacatepec, San Gabriel Chilac y Ajalpan exigen garantías federales para mantener el acceso al recurso.
Tehuacán, Puebla — La aprobación de la nueva Ley de Agua encendió nuevamente la tensión social en el valle de Tehuacán. Agricultores de distintos municipios advirtieron que podrían recurrir a bloqueos carreteros en los próximos días si el gobierno federal no ofrece certeza jurídica sobre la vigencia de sus concesiones para uso agrícola.
César Méndez, representante del sector, señaló que alrededor de 14 mil productores de municipios como Zinacatepec, San Gabriel Chilac, Ajalpan y otras localidades del valle se mantienen en estado de alerta. De acuerdo con su postura, la nueva normativa abre la puerta a interpretaciones que podrían derivar en la revisión o cancelación de títulos de concesión que hoy sostienen la actividad productiva regional.
La preocupación se agrava en un contexto ya adverso para el campo. Los agricultores denunciaron escasez de semillas, fertilizantes e insumos básicos, situación que atribuyen a retrasos recurrentes en los programas de apoyo gubernamental. Según expusieron, muchos de estos esquemas no se concretan o quedan inconclusos, impactando directamente la producción y la economía de miles de familias rurales.
Para los productores, la falta de certeza sobre el acceso al agua representa un riesgo operativo crítico. Sin concesiones claras, explicaron, resulta inviable planificar ciclos de siembra, asegurar cosechas o sostener compromisos comerciales, lo que profundiza la vulnerabilidad del sector agrícola en la región.
Ante este escenario, los campesinos reiteraron que las movilizaciones siguen sobre la mesa como medida de presión. Advirtieron que la calma dependerá de que las autoridades federales instalen una mesa de diálogo y presenten soluciones concretas que garanticen tanto el derecho al agua como la viabilidad del campo en el valle de Tehuacán.
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