Rodolfo Ruiz Rodríguez, director de eConsulta Puebla, comparecerá nuevamente ante un juez acusado de lavado de dinero. No lo hace por primera vez: enfrenta siete procesos judiciales simultáneos, todos iniciados desde 2020.
La pregunta no es si Ruiz cometió algún delito. Desde luego que no. La pregunta es: ¿qué hizo para merecer tanto encono del poder? La respuesta es simple y brutal: ejerció el periodismo.
Lo que pocas personas saben es cómo comenzó esta pesadilla. Una tarde de 2020, el entonces gobernador Miguel Barbosa Huerta convocó a una reunión a su director jurídico y a Gabriel Biestro Medinilla —quien ya fungía como secretario del Trabajo— y a un periodista cercano que lo asesoraba. En esa reunión, Barbosa fue directo con sus funcionarios: "Quiero que levanten 10 o 20 actas a Rodolfo Ruiz y lo metan a la cárcel".
No había investigación previa. No había delito que perseguir. Solo la voluntad política de silenciar a un periodista incómodo. La orden era fabricar las acusaciones.
Biestro Medinilla, al parecer, no cumplió con el encargo. No tenía en su área nada sustancial contra Ruiz. Barbosa lo castigó por ello, congelándolo políticamente un tiempo. Pero la maquinaria ya estaba en marcha. Otros funcionarios sí obedecieron. Así nacieron los procesos que hoy acosan a Rodolfo Ruiz.
Barbosa murió en diciembre de 2022, pero su venganza sobrevivió. En la administración actual hoy sabemos que alguien no solo mantuvo vivos esos expedientes fabricados: los reactivó. El gobernador Alejandro Armenta ha insultado públicamente a Ruiz, llamándolo "cobarde, canalla y ciberdelincuente" por un texto que ni siquiera escribió. En aquella mañanera de Puebla ordenó explícitamente a la Fiscal Idamis Pastor Betancourt actuar contra él. Posteriormente eConsulta reveló el caso Nódica: la aplicación creada para controlar que burócratas estatales apoyaran a Armenta en redes sociales.
El patrón ahora es claro: cada vez que Ruiz investiga algo incómodo, los procesos judiciales se reactivan o multiplican. No es justicia. Es lawfare. Es persecución política con toga.
ARTICLE 19 ha documentado este año 51 casos de acoso judicial contra periodistas en México. El caso de Rodolfo Ruiz es emblemático porque muestra la cruda realidad en Puebla: el poder ordena fabricar acusaciones, sus funcionarios obedecen, y años después el periodista sigue defendiéndose de fantasmas jurídicos.
Rodolfo Ruiz es uno de los periodistas mejor informados de Puebla. Profesional en toda la extensión de la palabra. Y precisamente por eso ha sido incómodo al poder. En Puebla, eso se paga caro.
Cuando Ruiz comparezca ante el juez, no lo hará solo. Ahí estaremos junto a la comunidad periodística que debe estar ahí, observando, documentando, denunciando. Porque lo que se juzga no es un supuesto delito financiero. Lo que está en juicio es si en Puebla puede existir periodismo libre o si el poder político tiene licencia para fabricar casos penales contra quien lo critique.
Desde Región Global, toda nuestra solidaridad con Rodolfo Ruiz. Y una pregunta a quien corresponda: ¿de verdad quieren pasar a la historia como quien completó la venganza póstuma de Barbosa contra la libertad de prensa?
En Puebla, el poder ha decidido que ejercer el periodismo es un delito. Toca al gremio demostrar que no lo permitiremos.

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