México y Estados Unidos lograron un "entendimiento" sobre la gestión del agua en el Río Bravo, comprometiendo a México a liberar 249.163 millones de metros cúbicos a partir del 15 de diciembre, desactivando la amenaza arancelaria del 5% de Donald Trump.
CDMX — El acuerdo aborda el déficit pendiente del ciclo anterior bajo el Tratado de Aguas de 1944. Pese a la sequía extraordinaria, la Cancillería asegura que México no incurrió en violación, manteniendo el compromiso de cooperación y el derecho humano al agua.
Una intensa negociación binacional llevada a cabo esta semana logró desactivar una crisis comercial inminente: el presidente Donald Trump había amenazado con imponer un arancel del cinco por ciento a productos mexicanos por un supuesto incumplimiento en la entrega de agua de la cuenca del Río Bravo. En un comunicado conjunto, México y Estados Unidos informaron haber alcanzado un "entendimiento" sobre la gestión hídrica para el ciclo actual y para la retribución del déficit acumulado del ciclo anterior, todo en el marco del Tratado de Aguas de 1944.
El acuerdo implica que México tiene la intención de liberar 249.163 millones de metros cúbicos de agua para su vecino del norte a partir de la semana del 15 de diciembre. El mandatario estadounidense había acusado a México de no liberar más de 800 mil acres-pies de agua, lo que, según él, afectaba los cultivos y el ganado en Texas. Previamente, el lunes 8 de diciembre, Trump había amagado con aplicar el arancel si el agua no era liberada "inmediatamente". Ambos gobiernos coincidieron en la importancia de continuar trabajando de manera cooperativa bajo el marco de la CILA/IBWC, advirtiendo que, en caso de incumplimiento, cada país puede actuar de manera soberana.
Al margen del comunicado binacional, la Cancillería mexicana defendió su postura asegurando que el país no ha incurrido en violación alguna al tratado. Remarcó que, a pesar de un periodo marcado por una sequía extraordinaria y sin precedentes que ha afectado a usuarios en ambos países, México ha realizado entregas adicionales "siempre dentro del marco del Tratado", sin afectar el agua destinada al consumo humano y la producción agrícola. Este tratado establece que México debe entregar un volumen quinquenal de cerca de $2,160$ millones de metros cúbicos a Estados Unidos por los ríos compartidos en la frontera.
La resolución temporal de la crisis de agua permite a ambos países avanzar en la planeación a largo plazo. Los gobiernos revisaron acciones para cumplir con las obligaciones y señalaron que mantendrán negociaciones para consolidar un plan de trabajo definitivo antes del 31 de enero de 2026. México reitera su disposición a colaborar con la administración de Estados Unidos para asegurar una implementación mutuamente beneficiosa del acuerdo, reconociendo que el desafío de la gestión hídrica, particularmente ante la escasez del recurso, es compartido por ambas naciones.

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