La Fiscalía de Estados Unidos detalló en Nueva York que Joaquín Guzmán López participó en el secuestro de Ismael “El Mayo” Zambada en territorio mexicano el 25 de julio de 2024, una operación atribuida a Los Chapitos que terminó con la entrega del cofundador del Cártel de Sinaloa en Estados Unidos.
Nueva York — En una audiencia de culpabilidad celebrada en Nueva York, fiscales estadounidenses revelaron nuevos elementos sobre la captura de El Mayo Zambada, episodio que marcó un punto de inflexión en las tensiones internas del Cártel de Sinaloa. Señalaron que Joaquín Guzmán López, El Güero, incumplió parte del acuerdo que mantenía con el gobierno estadounidense al involucrarse directamente en los hechos.
Los acontecimientos ocurrieron el 25 de julio de 2024, cuando, según el fiscal Andrew Erskine, Guzmán López citó a Zambada para una supuesta reunión en un inmueble relacionado con el rancho Huertos del Pedregal, en las afueras de Culiacán. Ahí fue sometido y trasladado a un aeródromo donde lo sedaron y embarcaron en una avioneta rumbo a Estados Unidos.
Erskine aseguró que Guzmán López buscaba beneficios judiciales para él y su hermano Ovidio Guzmán, pero advirtió que “no recibirá créditos por el secuestro”. El testimonio refuerza la narrativa de que se trató de una operación interna del propio cártel.
Tras su detención, El Mayo difundió una carta en la que afirmó que el mismo día del secuestro fue asesinado el exrector Héctor Melesio Cuén, información que contrasta con la versión oficial de un ataque en una gasolinera. La FGR confirmó que hubo indicios hemáticos de Cuén en la finca donde ocurrió la captura.
Zambada también señaló que llegó al sitio acompañado de cuatro escoltas. Dos de ellos, José Rosario Heras López —comandante en funciones de la Policía Judicial de Sinaloa— y Rodolfo Chaidez, exagente, permanecen desaparecidos. Reportes periodísticos, incluidos los de la investigadora Anabel Hernández, sugieren que los guardaespaldas pudieron haber sido ejecutados antes del traslado.
En su carta, El Mayo pidió que se esclarezcan los hechos y lamentó la muerte de Cuén, a quien catalogó como un “viejo amigo”. La información presentada ante la corte abre nuevas interrogantes sobre la dimensión de la colaboración entre facciones y las consecuencias internas del operativo.
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