🚨 Una familia repite un esquema de extorsión afuera de varios hospitales en Puebla, incluyendo la Clínica del IMSS Plaza San Pedro: simulan atropellos para intimidar a conductores, especialmente adultos mayores. El intento más reciente fue frustrado por la intervención de testigos y autoridades.
Puebla de Zaragoza, Pue.- Una forma alarmante de extorsión ha comenzado a hacerse visible fuera de distintos hospitales de Puebla. Una familia —compuesta por un hombre joven, una mujer joven y un adulto mayor— repite un patrón que pone en riesgo a automovilistas, especialmente adultos mayores: simulan haber sido atropellados para luego exigir compensaciones o generar presión legal en la vía pública.
El caso más reciente ocurrió frente a la Clínica del IMSS en Plaza San Pedro. Mientras una pareja de la tercera edad esperaba en su auto para ingresar a consulta, un individuo se lanzó sobre el cofre del vehículo, fingiendo haber sido atropellado. De inmediato, otra persona apareció respaldando la versión y asegurando contar con testigos y pruebas. Exigieron acudir al Ministerio Público y retuvieron el auto hasta la llegada de la policía.
La escena fue reforzada con la aparición de un tercer cómplice —un hombre de edad avanzada— que se estacionó cerca del sitio y afirmó ser el padre del supuesto afectado. El objetivo era claro: crear una situación de presión y confusión para forzar una “solución” inmediata a favor de los agresores.
No obstante, el plan fue desarticulado. El padre del denunciante llamó a su aseguradora, llegaron testigos imparciales y también intervino la policía. Se solicitó una valoración médica del supuesto lesionado, quien se negó a ser atendido. Aunque recibió una disculpa, persistió en no retirarse del cofre del auto, por lo que los agentes procedieron a removerlo por la fuerza.
“Mis padres pudieron salir gracias al respaldo de testigos, la aseguradora y la policía”, relata el denunciante. Y añade un dato clave: las mismas personas ya han sido vistas fuera de otros hospitales de Puebla, aplicando el mismo método.
El patrón apunta a zonas de alta vulnerabilidad: hospitales, centros comerciales y espacios donde transitan personas solas, familias o mujeres embarazadas. Las víctimas son escogidas por su perfil: personas que probablemente evitarían un conflicto o estarían emocionalmente más expuestas.
La denuncia no sólo documenta un caso concreto, sino que advierte de una práctica sistemática. Las autoridades deben tomar nota: la repetición del mismo grupo y método sugiere una red en operación y una peligrosa normalización de este tipo de delitos.
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