La madrugada del 16 de mayo, un operativo encabezado por la Fiscalía General del Estado de Puebla y la Guardia Nacional irrumpió en una vivienda del presidente municipal Alfredo Ramírez, ubicada en el centro del municipio. La acción culminó con el aseguramiento del inmueble y la detención de su hijo, Tadeo Ramírez, titular del DIF municipal.
Ahuazotepec, Puebla.– El alcalde, señalado con el alias de “La Yerba”, no se encontraba en el domicilio y, según versiones extraoficiales, habría huido del municipio antes del cateo. El operativo se realizó como parte de la carpeta de investigación FGEP/COI/FEISE/EXTORSION-I/O00166/2025, relacionada con presuntos delitos de extorsión. En el lugar también se encontraban la madre e hija del edil. La vivienda fue clausurada y quedó bajo resguardo de las autoridades. Hasta ahora, la Fiscalía no ha emitido información oficial sobre los hallazgos o las imputaciones formales.
Ahuazotepec no es un municipio cualquiera. Su ubicación estratégica lo convierte en punto clave para la extracción y tráfico ilegal de hidrocarburos, conocido como huachicol. Durante los últimos años, han operado en la zona redes criminales dedicadas al robo de combustible, muchas veces con protección o participación de autoridades locales.
El caso del actual edil no es aislado. Ex presidentes municipales han sido señalados por actividades similares, pero han logrado evadir la justicia en un contexto de impunidad sistemática. Recientemente, Ahuazotepec también se ha convertido en ruta de tráfico de armas y drogas de alto consumo entre operadores de transporte de carga.
El municipio se sitúa dentro de un corredor económico estratégico entre Puebla, Tlaxcala, Hidalgo y Querétaro, con fuerte presencia de extracción de minerales utilizados para la elaboración de productos cerámicos. Este tráfico constante de camiones es aprovechado tanto por industrias legales como por estructuras ilícitas que operan bajo la cobertura del transporte pesado.
Desde hace años, la ciudadanía de Ahuazotepec ha observado el enriquecimiento súbito e injustificado de quienes ocupan la presidencia municipal. Alfredo Ramírez no es la excepción. Bajo su gestión, se han reportado despojos ilegales de tierras, intimidación, amenazas o incluso portación ilegal de armas de fuego. Estas prácticas han sido silenciadas por el miedo o la omisión institucional.
En abril de 2020, Ramírez fue detenido por la Policía Estatal como presunto generador de violencia en la región. También ha sido señalado por hostigamiento político hacia una regidora que renunció temporalmente por intimidaciones. A pesar de estos antecedentes, ha logrado mantenerse en el poder durante dos periodos consecutivos.
El cateo en Ahuazotepec se suma al realizado días antes en Cuautempan, donde fueron aseguradas armas y drogas y se investigan contratos adjudicados a empresas fantasma. Ambos casos exponen un patrón creciente de corrupción estructural y protección municipal a redes criminales locales.
En Ahuazotepec la ciudadanía sabe que vive en un municipio donde el poder político y el crimen comparten el mismo domicilio.
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