En una acción coordinada por la Secretaría de Marina, con apoyo del Gabinete de Seguridad federal y autoridades estatales, se ejecutó un operativo en una comunidad rural que dejó un saldo de doce presuntos integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) abatidos.

Huitzontla, Michoacán — La operación fue confirmada por Omar García Harfuch, funcionario de seguridad federal, quien detalló que el despliegue contó con la participación de la Fiscalía General de la República, la Guardia Nacional, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, así como instancias del Gobierno de Michoacán, incluida su Fiscalía estatal. En el operativo, otros nueve sujetos fueron detenidos y tres elementos de la Marina resultaron heridos tras el intenso enfrentamiento armado.

Fuentes federales y testimonios locales vinculan a los abatidos con una célula del CJNG que habría operado en la región bajo el liderazgo de un personaje apodado “El Yogurt”. Su hijastro, identificado como “El Bryan”, fue señalado por pobladores como jefe de sicarios y responsable directo de múltiples actos de violencia en Huitzontla.

Según testimonios ciudadanos, la comunidad se encontraba literalmente secuestrada por este grupo armado, que ejercía control territorial mediante extorsión, privación ilegal de la libertad y amenazas constantes. El operativo habría sido planeado tras denuncias locales y tareas de inteligencia que ubicaron a los criminales en escondites dentro del poblado.

La reacción social fue inmediata. A través de redes sociales, habitantes celebraron la intervención del gobierno federal. “No eran inocentes, eran los que tenían asolada a la comunidad”, publicó un usuario, señalando que el operativo fue recibido con aplausos por buena parte de la población.

El gobierno por primera vez está trabajando en serio contra los criminales”, escribió otro habitante, en referencia a la presencia simultánea de fuerzas federales y estatales, un hecho inusual en este corredor delictivo donde la impunidad ha sido regla durante años.

Atrás quedaron los “abrazos”. El operativo en Huitzontla revela nuevamente un punto de inflexión en la estrategia federal frente al crimen organizado. La contundencia del despliegue, el número de bajas y la identificación directa con el CJNG sugieren un cambio de enfoque frente a los grupos de alto impacto.