La reducción simultánea del 91% de los aranceles adicionales entre Estados Unidos y China, anunciada este 14 de mayo, marca un nuevo episodio en la larga confrontación comercial entre las dos mayores economías del mundo. Sin embargo, bajo la apariencia de distensión, se consolida una dinámica más profunda: la de una tregua transaccional sin reconciliación estratégica.

InfoStockMx, BEIJING / WASHINGTON –El anuncio fue confirmado por el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Lin Jian, quien detalló que ambas naciones habían alcanzado un entendimiento en la reciente reunión económica celebrada en Ginebra. Según el acuerdo, Estados Unidos eliminará el 91% de los aranceles adicionales sobre productos chinos y suspenderá un arancel recíproco del 24%. A cambio, China reducirá proporcionalmente sus contramedidas, manteniéndose un arancel del 10% como umbral residual mutuo.

Estas contramedidas se mantienen efectivas”, subrayó Lin, enfatizando que la respuesta china frente a los aranceles previos —impuestos por la Casa Blanca bajo el argumento del tráfico de fentanilo— no fue simbólica, sino parte de una doctrina defensiva estructurada.

Para el gobierno chino, la medida estadounidense no refleja un cambio de fondo, sino una retirada táctica.

Desde la primera guerra comercial desatada por Donald Trump en 2018, China ha transitado hacia una estrategia de largo plazo que combina reformas legales internas con preparación para una posible segunda ronda de confrontación.

La imposición inicial de los aranceles fue justificada por Estados Unidos bajo la acusación de que China no ha hecho lo suficiente para frenar el tráfico de fentanilo, una crisis sanitaria que azota especialmente a comunidades estadounidenses. Esta narrativa ha sido duramente rechazada por Pekín, que la percibe como un pretexto político para medidas económicas punitivas.

Al responder de inmediato con aranceles espejo, China institucionalizó el uso de la reciprocidad comercial como parte de su política exterior. No se trata solo de represalias: se trata de una doctrina codificada, que ahora se apoya en marcos legales como la Ley contra Sanciones Extranjeras y reformas a su arquitectura comercial.