El gobernador Alejandro Armenta entregó en Teziutlán becas digitales que ofrecen datos móviles y acceso a plataformas educativas para jóvenes vulnerables, en una estrategia alineada con el gobierno federal. Aunque la medida busca cerrar la brecha digital, también plantea dudas sobre la temporalidad, sostenibilidad y uso político del programa.
Teziutlán, Pue. — La política de digitalización impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum comienza a tomar forma en los estados. En Puebla, el gobernador Alejandro Armenta encabezó en Teziutlán la entrega de las llamadas Becas de Conectividad para el Bienestar, dirigidas a jóvenes de entre 15 y 29 años en situación de vulnerabilidad. El acto fue presentado como un paso hacia el acceso equitativo a la tecnología, pero también como un dispositivo de seguridad y control territorial.
Según cifras oficiales, más de 90 mil jóvenes en el estado ya han recibido esta beca, que incluye una tarjeta con datos móviles y acceso a bibliotecas digitales. Para el gobernador, se trata de una medida “de justicia” que, además de brindar conectividad, permite a madres y padres “saber dónde están sus hijos”. Esta afirmación implica que el dispositivo no solo opera como herramienta educativa, sino también como mecanismo de vigilancia en contextos sociales donde la presencia estatal es intermitente.
Durante el acto, estudiantes como David Rojas, María González y Wendy Camacho, del CONALEP, recibieron sus tarjetas de manos del propio mandatario. La escena, cuidadosamente construida, buscó reforzar la imagen de un gobierno cercano y sensible, aunque no se detallaron los criterios técnicos para la selección de beneficiarios ni las métricas de impacto previstas para evaluar el alcance real del programa.
Las becas estarán vigentes hasta el 31 de diciembre de 2025. Esta temporalidad plantea preguntas sobre la continuidad del programa y su sostenibilidad presupuestal una vez agotado el periodo de impulso inicial. La dependencia de una estrategia federal también sugiere que su viabilidad está sujeta a decisiones centralizadas más que a una política pública local sólida.
El secretario de Gobernación, Samuel Aguilar Pala, intervino para enmarcar la entrega dentro de una narrativa de transformación social impulsada desde el poder ejecutivo. “La conectividad no es un lujo, es una necesidad”, afirmó, sumándose a la línea discursiva de un gobierno que habla de asociar tecnología, seguridad y bienestar bajo un mismo paraguas.
La jornada incluyó además entrega de apoyos al campo, obra comunitaria, equipos ortopédicos y becas alimentarias, en una lógica de gobierno itinerante que busca hacer presencia simultánea en múltiples frentes. Sin embargo, el lema institucional “Lo que amas, lo cuidas” encubre con lenguaje afectivo un esquema de intervención social que requiere mayor transparencia sobre costos, cobertura real, infraestructura de soporte y protección de datos personales.
Conectividad, sí. Pero no basta con tarjetas y discursos: la transformación digital exige garantizar acceso permanente, libre y autónomo a las tecnologías, no solo un dispositivo con caducidad política.
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