🚨 El gobierno de Puebla entregó 38 alarmas vecinales y anunció una estación de cablebús en Bosques de San Sebastián, prometiendo seguridad total, reducción drástica de tiempos de viaje y “riqueza comunitaria”. Entre cifras millonarias y promesas absolutas, José Luis García Parra promueve su agenda política. 🔗
Puebla de Zaragoza, Pue. — El coordinador de gabinete, José Luis García Parra, encabezó en Bosques de San Sebastián la entrega de 38 sistemas de alarma para los Comités de Paz y Seguridad. El evento, que en apariencia era un acto comunitario de prevención del delito, se convirtió en una vitrina política para el gobernador Alejandro Armenta, su alineación con la estrategia nacional de seguridad de Claudia Sheinbaum y, desde luego para el funcionario armentista.
En su intervención, García Parra enmarcó la acción en la “visión humanista” de Armenta, basada en tres ejes: seguridad, justicia y riqueza comunitaria. Para este año, aseguró, el Programa Estatal de Obra Comunitaria cuenta con 1,000 millones de pesos, de los cuales 200 millones se invierten en Puebla capital, con 700 obras en curso y meta de llegar a mil.
El coordinador subrayó que las tesoreras de los comités son mujeres, a quienes atribuyó un rol central en el combate a la corrupción, bajo la premisa de que “no se doblan” ante intereses personales. Aunque García Parra buscó resaltar la confianza gubernamental en su honestidad, también apeló a estereotipos de género para reforzar la narrativa de moralidad comunitaria.
En materia de seguridad, García Parra afirmó que en 2025 el estado ha invertido más de 5,000 millones de pesos en distintos esquemas: torres de videovigilancia, patrullas, equipamiento policial y puntos de control en las siete entradas de Puebla. Sin embargo, no se ofrecieron indicadores que demuestren una disminución real de la incidencia delictiva.
La parte central del evento fue el anuncio de la construcción del cablebús para conectar la zona nororiente de la ciudad con Angelópolis. La primera piedra se colocará a finales de septiembre y una de las estaciones principales estará en Bosques de San Sebastián. El funcionario prometió un traslado seguro —“no hay un solo asalto en una cabina de cablebús”— con internet, cámaras, botón de alerta y capacidad para diez pasajeros. Además, aseguró que el tiempo de viaje bajará de dos horas en transporte público a 25 minutos, con un solo pasaje.
El cablebús fue presentado como una solución triple: seguridad, movilidad y ahorro familiar. Incluso se destacó su supuesta “cero contaminación” aunque tampoco se informó sobre costo total, financiamiento, fecha de operación ni estudios de viabilidad.
El discurso cerró reforzando la conexión del proyecto con la estrategia nacional de seguridad de Claudia Sheinbaum y llamando a la comunidad a integrarse en los comités de paz para “alertar y denunciar de manera inmediata”.
Más allá de la puesta en escena, el acto dejó sin responder preguntas importantes: ¿cómo se medirá el impacto de los 5,000 millones en seguridad?, ¿qué mecanismos garantizarán la efectividad de las alarmas vecinales?, y sobre todo, ¿el cablebús es una prioridad basada en necesidades reales o una obra de alto valor político para proyectar la imagen del gobernador?
No importa. El objetivo político se cumplió: José Luis García Parra está en la agenda de la ciudad.

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