El intento de linchamiento de dos hombres acusados de robo de motocicleta desató un enfrentamiento entre pobladores, policías y marinos en Cuapiaxtla de Madero, con saldo de cinco lesionados —dos elementos de la Semar y tres civiles—, daños materiales en la presidencia municipal y bloqueos carreteros.

Cuapiaxtla de Madero, Pue. — La tensión comenzó en la colonia San Mauricio, donde vecinos retuvieron a dos sujetos señalados de intentar sustraer una motocicleta. Enfurecidos, los llevaron a la explanada principal con la intención de castigarlos públicamente. La intervención de policías municipales, agentes de Los Reyes de Juárez y marinos para rescatarlos encendió los ánimos de la multitud.

En medio de los empujones, un elemento de la Semar habría realizado disparos al aire y contra el suelo; según testimonios, algunos proyectiles rebotaron e hirieron a dos civiles. La reacción fue violenta: pobladores golpearon a dos marinos y agredieron a policías y paramédicos que intentaban auxiliar a los heridos. Los civiles lesionados fueron llevados por sus propios medios a hospitales de la región, mientras que los uniformados recibieron atención en el lugar.

Al repique de campanas, más habitantes se congregaron en la explanada para exigir la entrega de los detenidos. Ante la negativa de las autoridades, bloquearon la carretera federal Puebla–Tehuacán en ambos sentidos, lanzaron piedras contra el Palacio Municipal, rompieron cristales y volcaron una patrulla.

La presidenta municipal, Sandra Sánchez Ramos, intentó dialogar, pero fue recibida con reclamos y peticiones de destitución. Sin acuerdos, se refugió en su oficina y transmitió en vivo un mensaje en el que dijo temer por su vida. Minutos después, un helicóptero de la Secretaría de Seguridad Pública sobrevoló la zona para coordinar su salida.

El saldo final: dos marinos y tres civiles heridos, daños en instalaciones públicas y vehículos oficiales, y un clima de acusaciones contra la autoridad municipal por supuesta protección a grupos delictivos y por permitir el aumento de la inseguridad en la región.

En Cuapiaxtla la fractura entre autoridad y comunidad quedó expuesta, y la violencia se convirtió en el lenguaje de un municipio donde la desconfianza y la impunidad marcan la relación entre pueblo y gobierno.