El mayor despliegue naval estadounidense en el Caribe en las últimas décadas pone a Venezuela en el centro de una tensión inédita: más de 8.500 hombres, buques de asalto, destructores, submarinos nucleares y aeronaves de patrulla rodean las costas venezolanas. El objetivo es doble: combatir el narcotráfico y la caída de Nicolás Maduro.

InfoStock / Región Global — La administración de Donald Trump ha incrementado la presión militar en torno a Venezuela con un despliegue sin precedentes desde la Guerra Fría. El Pentágono sostiene que se trata de una operación antidrogas, pero la magnitud de la fuerza enviada no deja dudas: el verdadero fin es un operativo directo contra el presidente Nicolás Maduro.

Maduro en la mira: Washington afila la operación decisiva

El envío del crucero USS Lake Erie, capaz de lanzar y destruir misiles balísticos, y del submarino nuclear USS Newport News, confirma que la misión no se limita a interceptar lanchas rápidas de carteles. Expertos militares sostienen que la disposición de estas unidades permite no solo operaciones de patrullaje, sino también un ataque quirúrgico contra objetivos estratégicos, incluido el círculo más cercano de Maduro.

La sombra del desembarco: Estados Unidos mueve sus piezas sobre Venezuela

La Fuerza Anfibia de Ataque Rápido Iwo Jima ya se encuentra en la zona, integrada por el buque de asalto USS Iwo Jima, el transporte USS San Antonio y el de desembarco USS Fort Lauderdale. A bordo viaja la Unidad Marítima Expedicionaria número 22 (MEU), compuesta por más de 4.000 marines. El despliegue se refuerza con tres destructores —USS Jason Dunham, USS Gravely y USS Sampson—, otro submarino nuclear no identificado, y aviones de patrulla P-8 Poseidón.

Cuenta regresiva

En total, cerca de 8.500 efectivos participan en la operación: 2.700 en el Iwo Jima, 1.000 en el San Antonio, 1.000 en el Fort Lauderdale, alrededor de 300 tripulantes en cada destructor y el crucero, además de más de 2.200 marines del MEU. La magnitud es tal que un oficial citado por el New York Times declaró: “Enviar este tipo de contingente para luchar contra carteles es como presentarse con un cañón a una pelea con cuchillos”.

El ultimátum: el cerco asfixia a Maduro

En Caracas, Maduro denunció que Estados Unidos prepara un plan de agresión militar y movilizó a milicianos para la “defensa integral”. Los analistas recuerdan episodios como el golfo de Tonkín en 1964, que llevó a la escalada en Vietnam, o la invasión de Panamá en 1989. La comparación refuerza la idea de que el despliegue naval no solo busca presionar, sino crear condiciones para un desenlace militar.

La cuenta regresiva contra Maduro

El debate jurídico es intenso: el Congreso estadounidense no ha autorizado el uso de la fuerza contra Venezuela y la Carta de las Naciones Unidas prohíbe el ataque a otro Estado salvo en defensa propia. Sin embargo, la designación de los carteles como “organizaciones narcoterroristas” ha servido a Washington para ampliar su margen de acción. La sospecha creciente es que el operativo naval no se limita al narcotráfico, sino que prepara un escenario para la extracción o caída del régimen de Maduro.

En los próximos días (tal vez horas) se sabrá si el movimiento culmina en una acción directa contra el presidente venezolano, mientras Estados Unidos resuelve los aspectos jurídicos y constitucionales de su operación con base en el derecho internacional. Pero el mensaje de la operación es claro: la maquinaria militar ya está en posición y la tensión en el Caribe anuncia que el desenlace podría estar muy cerca.



Anexo: Descripción del poder militar desplegado

Buque de asalto anfibio USS Iwo Jima (LHD-Wasp)
Velocidad: 23 nudos (43 km/h)
Dimensiones: 257 m de largo, 31.8 m de ancho
Desplazamiento: 41,000 toneladas
Capacidad aérea: hasta 30 aeronaves
Armamento: misiles, cañones de 20 mm, misiles Rolling Airframe y cañones Phalanx

Buques de transporte anfibio USS San Antonio y USS Fort Lauderdale
Velocidad: 24 km/h
Dimensiones: 208 m de largo, 32 m de ancho
Desplazamiento: 25,000 toneladas
Capacidad aérea: 4 helicópteros CH-46 Sea Knight o 2 MV-22 Osprey
Armamento: cañones de 30 mm, misiles Evolved Sea Sparrow
Capacidades: 2 lanchas de colchón de aire, 14 vehículos anfibios, 1.000 marines

Destructores Arleigh Burke (USS Gravely, USS Jason Dunham, USS Sampson)
Velocidad: 56 km/h
Dimensiones: 155 m de largo
Desplazamiento: 8,300-9,700 toneladas
Capacidad aérea: helicópteros Seahawk
Armamento: sistema Aegis, misiles Tomahawk, Hellfire, Penguin, torpedos MK-46/50
Tripulación: 329 efectivos

Aviones de patrulla P-8A Poseidon
Velocidad máxima: 907 km/h
Alcance: 7,500 km
Armamento: torpedos antisubmarinos MK-54, misiles AGM-84 Harpoon
Capacidades: cámaras infrarrojas y térmicas, patrullaje de 8 a 12 horas

Unidad Expedicionaria de Marines #22 (MEU)
Personal: 4,000 marines
Capacidad aérea: V-22 Osprey y F-35B
Incluye: vehículos anfibios, artillería y fuerzas de reconocimiento

Submarinos nucleares de ataque
Capacidad: rango ilimitado
Armamento: torpedos pesados, misiles de crucero
Función: reconocimiento, guerra submarina y patrullaje

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