La Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero confirmó que el número de integrantes asesinados tras la emboscada en El Cortijo ascendió a 13, en medio de una creciente ola de violencia en la Costa Chica.
Ayutla, Gro, — La noche del 16 de agosto, un grupo de policías comunitarios de la UPOEG acudió a una llamada de auxilio desde la comunidad de El Cortijo, en Ayutla de los Libres, donde reportaban ataques a balazos. Al llegar, encontraron a ocho personas muertas y cinco heridas, trasladadas posteriormente a un hospital. En el operativo de vigilancia posterior, uno de los convoyes fue emboscado con armas de alto poder, incluidos rifles AR-15 y AK-47.
“Estaban despedazados los cuerpos”, relató un miembro de la autodefensa que pidió omitir su nombre. Cuatro días después de los hechos, la cifra de policías comunitarios muertos ascendió a 13. De acuerdo con compañeros de la organización, todas las víctimas eran campesinos y obreros que se habían enlistado para proteger a sus comunidades.
Tras la emboscada, elementos del Ejército, la Guardia Nacional y la Policía Estatal de Guerrero instalaron una Base de Operaciones Mixta (BOM) en Ayutla de los Libres. El subsecretario del Gobierno estatal, Francisco Rodríguez Cisneros, explicó que se realizarán acciones de proximidad social para atender a la población y reforzar la seguridad.
El funcionario atribuyó lo ocurrido a un repunte de “violencia extraordinaria” en la región de la Costa Chica, y confirmó que la investigación quedó a cargo del Gabinete de Seguridad del Gobierno federal. “En la Costa Chica se han dado incidentes en los últimos tiempos que requieren la participación de todos… tanto el Gobierno de México como el Gobierno del Estado ponen todo su esfuerzo para que vayamos sacando las cosas avante”, señaló en entrevista.
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